Foto: Tomada de Granma
|
París.- EL LIBRISTA Yowlys Bonne buscará hoy su segunda medalla de bronce en campeonatos mundiales de lucha, frente al japonés Rinya Nakamura, y con ella sacar a su equipo de la sequía de preseas que le azota desde hace dos años.
El guantanamero triunfó en sus tres primeros compromisos de la jornada, frente al chino Minghu Liu (7-2), el iraní Behnan Ehsanpoor (7-2) y el kazajo Daulet Niyazbekov (10-8), los dos últimos medallistas del certamen de Asia en esta campaña.
El pase a la final, que equivalía asegurar plata y mejorar su resultado histórico en estas lides, fue imposible frente al azerí Haji Aliev, doble campeón mundial y tercero olímpico de Río de Janeiro 2016.
El muy bien dotado gladiador asiático superó en toda la línea al cubano, aplicándole exitosos tackles y desbalances que pusieron rápido marcador de 10-0 y decretaron el fin del combate por superioridad técnica.
En un diálogo anterior con este reportero, Bonne explicó que «me iré concentrando uno a uno en cada rival, y en las peleas saldré a marcar los puntos necesarios, cuidando la defensa, sobre todo la de esa pierna que casi siempre suelen agarrarme».
Y asimismo fue, pues en los duelos ganados el cubano demostró capacidad para realizar acciones ofensivas y aguantar los embates de los oponentes, pero sobre todo para defenderse en posiciones desventajosas y contraatacar.
En cuanto a su compañero de equipo, Yurieski Torreblanca (86 kg), debe reseñarse que en su debut pudo obtener un mejor resultado que el destacado octavo lugar, pues se le escapó el pase a la discusión del bronce a solo diez segundos del silbatazo final.
El pinero inició el camino con sonrisa de 3-3 ante el uzbeco Umidyon Ismanov, bronce en el torneo del Viejo Continente en esta temporada; y luego superó sin mayor contratiempo al lituano Edgaras Voitechovskis con pizarra de 2-0.
«Marqué primero y luego me dediqué a aguantar. Sabía que no podía conmigo y no había necesidad de desgastarme», reconoció el nuestro sobre esa segunda pelea.
La siguiente, sin embargo, fue una odisea, toda vez que el debutante eslovaco Boris Makoev leyó perfectamente sus errores y le marcó diez puntos (superioridad técnica), con efectivos desbalances, pases atrás y expulsiones del tapiz.
La tremenda presentación de ese europeo no se detuvo, pues en la siguiente ronda eliminó al estadounidense J´den Cox, bronce olímpico en Río de Janeiro 2016, y así se posó en la final y colocó al nuestro en el repechaje.
Para ganar bronce, Torreblanca debía entonces derrotar al búlgaro Mihail Petrov y al norteño Cox, pero desaprovechó la oportunidad.
Su duelo con el búlgaro transitó con ventaja a su favor, hasta que en los segundos finales, desconcentrado y sin cumplir las orientaciones del banquillo, el europeo le aplicó una acción técnica que además le expulsó del colchón. ¡Trágico final 4-6!
«Se dejó robar la iniciativa y no cumplió lo que le dijimos en esos segundos finales: que aguantara sin permitirle que metiera el brazo para coger su pierna. Le costó el combate y la posibilidad de luchar por una medalla más», expresó contrariado Julio Mendieta, entrenador jefe del colectivo cubano del estilo libre.
También en esta jornada se deciden los ganadores de las divisiones de 57 y 125 kg, al tiempo que se realizan los procesos de pesaje de las categorías de 65, 70, 74 y 97 kg, a disputarse mañana.
Allí se verán envueltos los experimentados Alejandro Valdés, Liván López y Reineris Sala.
|