La Habana.- NO POR gusto la imagen de Julio César La Cruz se reitera en la campaña promocional vinculada al Campeonato Mundial de Boxeo que comienza el próximo viernes en la bella ciudad alemana de Hamburgo.

El semicompleto cubano que atesora tres reinados a ese nivel y dominó la cita olímpica de Río de Janeiro es considerado favorito para extender la supremacía ejercida desde la versión de Bakú 2011.

No importa que sus rivales repasen una y otra vez la “magia” con que danza, esquiva o golpea desde una movilidad impresionante, y hasta se da el lujo de bajar la guardia en situaciones tensas.

El Hamburg Sporthalle le recibirá como favorito número uno y solo un resultado fuera de pronóstico impediría que regrese a la Isla en poder de un cetro con que igualaría la cosecha de su compatriota, el welter Juan Hernández Sierra.

Este brilló en Sydney 1991, Tampere 1993, Berlín 1995 y Houston 1999, y es también referencia especial para el ligero Lázaro Álvarez, el otro miembro del actual elenco capacitado para completar cuatro asaltos a la cúspide.

En la relación de los posibles rivales de La Cruz no aparecen los restantes laureados en la última fiesta bajo los cinco aros: el plateado uzbeko Adilbek Niyazimbetov y los bronceados Joshua Buatsi, de Gran Bretaña, y Mathieu Bauderlique, de Francia.

Sin embargo vuelve a estar el irlandés Joseph Ward, a quien aventajó 3-0 en la final de Doha 2015 y dejó en bronce (también 3-0) en la de Almaty 2013. Ello pone en claro que la preocupación debe estar del lado del europeo.

Pero la ausencia de encumbrados no debe llamar a engaños. Individualidades de calidad aparecerán en todos los pesos y cualquier exceso de confianza puede pasar factura, algo de lo que están claros el antillano y su preparador Raúl Fernández.

Por cierto, además de las tributadas por él, Cuba muestra otro cuarteto de dominios en esa categoría, protagonizados por Sixto Soria (Belgrado 1978), Pablo Romero (Munich 1982 y Reno 1986) y Ramón Garbey (Sydney 1991).