Londres.- AUN SIN llegar a su final el Campeonato Mundial de atletismo que acoge esta ciudad está ya marcado por una realidad: los favoritos no siempre ganan.

Quien lo dude revise el amplio listado de estrellas que regresarán a casa sin el oro que la mayoría pronosticó.

Todo comenzó con la esperadísima final de los 100 metros entre hombres, soñada como escenario del último gran título individual del jamaicano Usain Bolt.

El “extraterrestre” terminó por ser más terrenal que nunca y solo pudo entrar tercero en prueba ganada por el estadounidense Justin Gatlin (9.92 segundos), un resultado que ha provocado más críticas que elogios.

A Gatlin le acompañará por siempre el fantasma de dos positivos de doping y por mucho que él y los suyos se empeñen en defender su actual limpieza… a casi nadie le gustó verle en la cima del podio.

Los 100 metros para mujeres tampoco fueron felices para Jamaica y la que parecía la gran favorita, Elianne Thompson. Es verdad que la victoria de la estadounidense Tori Bowie (10.85 seugndos) no abrió las puertas a una desconocida pero la caribeña se “pintaba” sola para ceñirse la corona.

Un noruego exdecatlonista sorprendió en los 400 metros con vallas entre hombres. Karsten Warholm (48.35 segundos) nunca había dejado su huella al primer nivel, pero ahora se paseó airoso por el Estadio Olímpico con gorro de vikingo incluido.

El estadounidense rey olímpico Kerron Clement era el “marcado” para quedarse con el título, pero debió conformarse con bronce.

Tampoco hubo realización de sueños dorados para la norteña Allyson Felix, otra quedada en bronce luego de que su compañera Plillys Francis se “robara” la entrada en los 400 planos para damas.

La bala, con el neozelandés Tomas Walsh (22,03 metros), y el disco, con el lituano Andrius Gudzius (69,21 metros), también ocuparon espacios en la nómina de vaticinios destrozados.

Los estadounidenses Joe Kovacs y Rayan Crouser, y el polaco Piotr Malachowski o el alemán Robert Harting tenían lugares de preferencia que la realidad les negó pese a la posesión de reinados de este rango u olímpico.

Para poner “la tapa al pomo” hasta el momento llegaron los 200 metros entre hombres, donde la ausencia de Bolt permitía centrar atención en el sudafricano Wayde Van Nierkerk o el botsuanés Isaac Makwala.

Pues ni uno ni otro: fue el turco Ramil Guliyev (20.09) quien hizo la fiesta…

No tan inesperado, porque llegó aquí con lauros como el trono mundial bajo techo y plata olímpica, igual “sacudió” no pocos cálculos la victoria de la triplista venezolana Yulimar Rojas (14,91) sobre la colombiana Caterine Ibargüen (14,89), reina de todo lo “grande” en los últimos años.

Quedan apenas par de jornadas y menos de una veintena de finales por discutir, incluidos los relevos, los saltos de altura y las marchas para ambos sexos, además del disco femenino, en el que Cuba tiene sus ojos puestos.

Dos días para comprobar si termina siendo un mundial de “caídas” para los gigantes o llega la “redención” en el tiempo de descuento.