Londres.- TRANSCURRIDA la mitad de las jornadas previstas todavía “brillan” por su ausencia los récords absolutos en el Campeonato Mundial de atletismo que ocupará espacios hasta el domingo en esta ciudad.
Algunos centran sus expectativas en la última final de esta noche: los 400 metros entre hombres, con el sudafricano Wayde Van Niekerk, quien hace un año destrozó una añeja marca en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.
Entonces fijó en 43.03 segundos el tope histórico para esa prueba, y pareció hacerlo “fácil”, pero no siempre es posible rebajar tiempos espectaculares como el sostenido hasta ese momento por el estadounidense Michael Johnson (43.18), inscrito cuando ganó la justa del orbe de Sevilla 1999.
De cualquier manera, lo cierto es que hasta hoy el Estadio Olímpico londinense solo ha sido testigo de tres registros máximos para la temporada, dos a nivel de áreas y 18 nacionales.
Entre estos últimos se incluyen los 6 594 puntos de la cubana Yorgelis Rodríguez en un heptatlón que le vio terminar cuarta después de superar marcas personales en el salto de altura (1,95 metros) y los 800 metros (2:10.48 minutos).
Volviendo a la “sequía” de récords del orbe vale apuntar que el último en el contexto de estas citas pasó a los libros en Beijing 2015, cuando el estadounidense Ashton Eaton consiguió 9 045 unidades que todavía ocupan la cima del decatlón.
La más prolífera en ese sentido fue la versión de Stuttgart 1993, coloreada por cinco, aunque uno de ellos igualó al vigente en aquel momento (relevo 4x100 de Estados Unidos con 37.40 segundos).
Ninguno sobrevive a estas alturas, sin embardo dos siguen siendo marca para los campeonatos: el del británico Collin Jackson (12.91 segundos) en los 110 metros con vallas y el de Estados Unidos (2:54.29 minutos) en el 4x400.
En total suman cuatro las justas que se fueron en blanco, la primera Atenas 1997, y le siguieron las de Edmonton 2001, Osaka 2007 y Moscú 2013.
¿Será Londres una más en esa lista o verá quebrarse alguna marca emblemática? La respuesta quedará escrita en lo que resta de lid...
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