Londres.- CUANDO esta noche inicie la final del salto de longitud el atletismo cubano estará rompiendo una “sequía” de 14 años sin presencia en esas instancias en campeonatos mundiales.
Lo hará con grandes esperanzas en un Maikel Massó que ya enseñó ambición pese a su juventud y recolocará a la isla en un espacio ocupado por última vez por Luis Felipe Méliz en París 2003, donde finalizó undécimo con apenas 7,73 metros.
Massó solo necesitó un intento ayer para regalarse 8,15 y “meterse” en la disputa sabatina, que se espera enconada y debe demandar entre 8,30-8,40 para coronar accesos al podio.
Esta es una de las especialidades que mejores noticias ha dejado para la isla, cuya figura icónica fue Iván Pedroso, cuatro veces ganador en escenarios de este rango.
Iván se mostró imbatible entre Gotemburgo 1995 y Edmonton 2001 y fue el último hombre de la isla coronado en cualquier especialidad, porque en lo adelante lo mejor estuvo a cargo de las mujeres.
A propósito del evento que también le dejó oro olímpico en Sydney 2000 es imposible olvidar que el récord del planeta se logró precisamente en un certamen de este tipo y está todavía vigente: 8,95 metros del estadounidense Mike Powel.
Carl Lewis, otro legendario estadounidense, rubricó en Tokio 1991 el segundo mejor registro histórico (8,87) de estas justas, seguido por los 8,70 con que ganó Iván su reinado inicial.
Las estadísticas precian que del lado contrario, el de la corona ganada con menos prestancia, aparece el norteamericano Dwight Phillips, a quien bastaron 8,32 metros en París 2003.
Coincidentemente son Phillips e Iván los de más cetros en sus vitrinas, porque el norteño se impuso además en Helsinki 2005, Berlín 2009 y Daegu 2011.
Estados Unidos es el país más medallista en esa modalidad con 17, repartidas en ocho de oro, cuatro de plata y cinco bronces.
Cuba es segundo por intermedio de Iván y su cuarteto dorado.
En Helsinki y Tokio los estadounidenses colmaron el podio, algo que nunca más sucedió ni se repetirá ahora en el Estadio Olímpico de Londres.
Por último, otra curiosidad: únicamente cinco ganadores de campeonatos mundiales han sido monarcas olímpicos: Iván, Lewis, Phillips, el británico Greg Rutherford y el panameño Irving Saladino.
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