Londres.- CASI en un abrir y cerrar de ojos el Estadio Olímpico londinense acogerá a lo mejor del atletismo, pero desde hace días el Campeonato Mundial a disputarse desde este viernes marca el ambiente aquí.
Entre las tareas de terminación impulsadas por los organizadores, conferencias de prensa y el “acoso” de los reporteros a las estrellas reunidas en la pista de entrenamiento se vivió la jornada previa a la apertura.
Prácticamente colmada en su totalidad estuvo la sala dispuesta para los medios, la misma utilizada hace cinco años durante el certamen del deporte rey en los Juegos Olímpicos, y ahora nuevamente proyectada en todo su esplendor.
Fotógrafos que separan sus espacios para acomodar su pesado equipamiento, voluntarios encargados de colocar las vallas separadoras de la Zona Mixta e informáticos que auxilian si las conexiones de internet ponen a alguien en aprieto fueron parte del último episodio del preámbulo competitivo.
También fue interesante ver en plena faena a varios de los encumbrados que realzarán la justa, incluidos la velocista jamaicana Elaine Thompson o el ídolo local Mo Farah, otra vez llamado a ser aplaudido en el mismo escenario que le vio triunfar en los 5 000 y 10 000 metros.
Por cierto, contrario a otras ocasiones las autoridades de la justa permitieron acceder al terreno oficial para completar entrenamientos o familiarizarse con los círculos de lanzamiento, como ya hicieron la discóbola cubana Yaimé Pérez y su entrenadora Hilda Elisa Ramos.
Pero no solo en el Parque Reina Elizabeth se vive la “fiebre” del atletismo.
Otras locaciones de la urbe reciben a los protagonistas, como sucede en Bishopsgate, donde radica la Casa de Italia, que colocó ante la prensa a sus principales figuras para ratificar que buscará borrar la sequía de premios que le acompañó en los últimos eventos grandes.
«Venimos de dos ceros de medallas en Beijing y Río de Janeiro. No sucederá aquí», dijo el comisario técnico Elio Locatelli al abordar un compromiso confirmado por la especialista de 1 500 metros Margherita Magnani: «El atletismo italiano no está muerto. Vamos a demostrarlo aquí».
Otros que hablaron de aspiraciones fueron los estadounidenses, al dialogar con los informadores en el propio estadio. ¿Los adelantos? El triplista Christian Taylor quiere un récord del orbe y la velocista Allyson Felix pretende convertirse en la más ganadora de todos los tiempos.
Taylor ya es dos veces rey olímpico y del planeta, lo que le lleva a asegurar que ganar no tiene ya gran incentivo para él, quien sueña con romper la primacía de 18,29 metros rubricada desde Gotemburgo 1995 por el británico Jonathan Edwards.
«He querido el récord mundial desde Daegu (2011). Estoy un poco decepcionado porque no ha sucedido todavía, pero creo que este es mi momento. Sería muy, muy dulce, hacerlo en el suelo de Jonathan y sé que él va a estar observando. Incluso sigue dándome pequeños consejos que podrían ayudarme a llegar a esa distancia», confesó el hombre que ganó en el 2015 con 18,21.
Para Felix la tarea es otra. Competirá en los 400 metros y ambos relevos (4x100 y 4x400) y prevé superar el número de 13 medallas que la igualan con el jamaicano Usain Bolt y le tienen una por detrás de la también jamaicana Marlene Ottey.
En el capítulo que nadie desea, el de las ausencias, fue incluido el canadiense Andre de Grasse, quien se perfilaba como principal rival de Bolt en el hectómetro.
Una lesión en los músculos isquiotibiales dejó fuera al doble medallista olímpico y con ella se esfumaron las esperanzas de verlos enrolados en una esperada batalla.
«Los 100 metros eran para mí el objetivo prioritario de toda la temporada. Estoy en la mejor forma de mi vida y estaba deseando enfrentarme con los mejores del mundo», se lamentó De Grasse en un comunicado publicado en www.espn.com.
«Perder esta oportunidad era inimaginable para mí, pero así es la realidad y tengo que afrontarla. Me apena dejar escapar esta ocasión, pero soy joven y volveré más fuerte que nunca», se resignó el norteño.
CLASIFICACIÓN PRECAMPEONATO
Vale recordar que Estados Unidos lidera la tabla de puntuaciones histórica de estas citas.
Se trata de un ordenamiento que no solo tiene en cuenta las medallas, sino también los llamados finalistas, aquellos que se insertan entre los primeros ocho de sus especialidades y aportan unidades al país que defienden.
Los estadounidenses dominaron 10 de las 14 versiones celebradas hasta la fecha, acumulan 3 320 rayitas y superan por mucho a Alemania (2 156,5), Rusia (1 795,5) y Kenia (1 392).
Cuba ocupa el lugar 10 con 672,5, aunque el posicionamiento por medallas le depara un escaño más arriba con saldo de 56 (21-23-12).
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