Foto: Yuhki Ohboshi

Tokio.- AUNQUE el director cubano Carlos Martí prefirió preservar la confirmación para este lunes, todos esperaban el nombre de Bladimir Baños como abridor contra Japón en duelo convocado para mañana como parte de la segunda ronda del Clásico Mundial de Béisbol. Y así sucedió.

«Estamos seguros de que va a ser un gran partido, y estoy consciente de la alta responsabilidad que asumo, pero el propósito es hacerlo como lo necesita el equipo para mantenernos en el evento y hacer feliz a nuestro pueblo», dijo el derecho que celebró el crédito sobre China en la fase precedente.

«Esa es la mentalidad de todo el colectivo, y en lo personal puedo asegurar que me siento en forma para ofrecer lo mejor», añadió Baños, quien dejó en tres jits y asignó tres ponches en cinco entradas a la selección china.

«Este no es ya el Japón de antes, que dependía más de la velocidad y lo que llamamos “pugilato”, sino que ha adquirido fuerza, como demuestra el número de jonrones conectados en su liga, aunque mantienen velocidad en el corrido de las bases», indicó.

«Eso obliga a cuidarse de todos, estar bien concentrados y tratar de colocar los lanzamientos en la zona deseada, buscando sus debilidades», expresó tras el entrenamiento matutino cubierto en jornada de asueto competitivo para su elenco.

«Todos requieren ser trabajados con cuidado, aunque el primera base Kosuke Tanaka es de los que más impresiona por su poder, demostrado en la propia Liga Japonesa, pero en general acumulan mucho oficio y hay que ser preciso a tiempo completo», puntualizó Baños.

Instado a valorar su labor ante China comenzó por considerar que «no se trata de un rival de gran magnitud», pero enfatizó en lo positivo de esa salida «para prepararme y sumar experiencia, porque tampoco es justo menospreciar a contrario alguno».

¿Impresiona el Tokio Dome?, preguntó entonces un colega, y el muchacho de Pinar del Río fue categórico desde su sencillez: «Estar aquí es un sueño, porque se trata de un tremendo estadio que solo había visto por televisión, y lanzar contra Japón un juego tan importante constituye un gran momento en mi carrera deportiva».

La disputa colocará a los cubanos en posibilidades de celebrar desquite del revés (6-11) encajado en la fase inicial, pero más allá de ese propósito está en juego el objetivo de llegar a la siguiente etapa, porque cayeron ayer 1-4 a manos de Israel, un conjunto repleto de estadounidenses entre los cuales apenas existe un pasaporte emitido en el país al que representan.

Ceder ante los nipones reduciría al mínimo las opciones aunque aún tendrían que vérselas el miércoles con Holanda, superada ayer por estos, 6-8 en 11 episodios.

Hoy rivalizan Israel y Holanda.