Bayamo.- INVESTIDO ya como uno de los mejores refuerzos de la temporada el lanzador derecho Noelvis Entenza desbroza caminos en su afán de incluirse en la escuadra cubana al IV Clásico Mundial, en marzo próximo.

«Quiero ganar con Granma y para eso debo trabajar bien en mis próximas apariciones en alrededor de siete innings por juegos», dijo a JIT.

«Después será lo que quieran los que nos chequean a diario para confirmar nuestro estado físico, mental y técnico. Que forme o no parte del equipo al Clásico está en sus manos, lo mío es hacer el mejor trabajo posible», añadió.

Y es que él, Lázaro Blanco, Yoalkis Cruz y Miguel Lahera son de los que generan la confianza del mentor Carlos Martí para conquistar la gloria en play off donde aventajan 2-0 al campeón Ciego de Ávila.   

«Nadie puede creer que es fácil arrebatarle la corona a los tigres. Es verdad que los hemos silenciado, pero son tremendos bateadores, de pelea», aclaró.

Entenza lanzó siete entradas sin permitir carreras en la última actuación de los alazanes en casa ajena, por lo que fue de los recibidos como héroes aquí a su llegada al hotel Sierra Maestra.

«Poseen bateadores que no han producido y tradicionalmente lo hacen, como Raúl González y Yoelvis Fiss, así que de esos me cuido especialmente cuando les trabajo», abundó.

Con envíos que bordean las 92 millas, el oriundo de Palmira en Cienfuegos, ha logrado una temporada de ensueño.

La mejor desde que era parte de los elefantes sureños y enfrentó al Villa Clara de Ramón Moré que terminó por reinar y asistió a la Serie del Caribe en Islas Margaritas, Venezuela.

«Por esos días llegaron a medirme hasta 99 millas por horas en los lanzamientos. Teníamos un tremendo equipo, pero no ganamos los partidos buenos. Eso me dio tremenda experiencia para pichear en play off, donde la presión aumenta», rememoró.

Entenza considera que su reciente temporada en la liga canadiense le redondeó como serpentinero.

«Me enseñó disciplina sobre el box, dejé de dar paseos innecesarios, para enfocarme más en los bateadores y en el juego en general. Crecí como atleta en todos los órdenes. Es un torneo exigente», explicó.

A su director con Cienfuegos, Iday Abreu, le debe su actuación de estos días.

«Desde entonces es mi entrenador de pitcheo. No importa dónde esté, él me hace llegar el plan de preparación», significó.

Para el profesor José Manuel Cortina, de las voces autorizadas en cuanto a pitcheo, este industrialista vestido ahora de granmense cuenta con uno de los brazos más privilegiados de la actual pelota cubana.

«Es fuerte, disciplinado sobre el box y alumno que escucha. Ha madurado mucho», expuso.

Cortina integra el colectivo que por estos días evalúa la finalísima del clásico doméstico, pero a la vez aprovecha para trasmitir su experiencia como preparador.

«Sería uno de mis lanzadores si fuera a conformar un equipo para cualquier competencia nacional o internacional», dijo el laureado exponente de la reconocida escuela de pitcheo de Pinar del Río.