La Habana.- SENSACIONES diferentes deben acompañar hoy al noruego Magnus Carlsen y al ruso Sergey Karjakin mientras se toman un descanso en medio del estresante match por la corona mundial de ajedrez, igualado a cinco puntos.

Con suspiros de alivio despidieron la jornada de ayer los seguidores del campeón defensor Carlsen, pues el éxito logrado en 75 jugadas de una apertura Ruy López les devolvió el alma al cuerpo.

Perder tres días antes había puesto al nórdico contra la pared, ya que su retador se colocó a dos puntos de acceder por primera vez al título y protagonizar un resultado de ensueño.

Sucede que Karjakin dio primero. Ganó la octava partida, puso de revés los pronósticos y aportó una dinámica poco esperada a una serie de solo 12 encuentros clásicos que ganará el primero en totalizar 6,5 rayas.

Sin embargo la felicidad le duró poco al Gran Maestro más joven de la historia, quien este jueves no encontró la fórmula para al menos firmar tablas.

Carlsen persistió, fue más tenaz durante las casi siete horas de juego y alzó su premio: no solo igualó el marcador, también acuñó ventaja sicológica a poco del cierre.

«Lo hizo por tesón, oficio y resistencia física, y sobre todo por los errores del ruso», escribió para elpais.com el experto Leontxo García, uno de los periodistas más conocedores de este “mundillo”. 

Como un triunfo sin convencer lo calificó en la columna que emite diariamente desde el neoyorquino Fulton Market Building, de Manhattan, pero lo cierto es que el mejor hombre del ranking logró su objetivo y ahora todo es borrón y cuenta nueva.

Solo quedan par de capítulos clásicos y un triunfo sería definitorio para su protagonista.

En caso contrario llegarían las partidas semirrápidas (25 minutos) y rápidas (5 minutos), variante que pudiera restarle brillo a la porfía pero impera como parte de una modernidad donde todo cambia pese a la oposición de los más románticos.

Como datos adicionales emergen que en 10 duelos la apertura Ruy López se utilizó en seis ocasiones, en dos apareció el Peón Dama, otra vez la apertura Italiana y en la restante la defensa Eslava.

Oficialmente Carlsen y Karjakin se enfrentaron por primera vez en el grupo B del Corus 2005 en Wijk ann Zee y desde entonces vivieron 31 confrontaciones convencionales, 24 de ellas cerradas con tablas y cinco con triunfos para el primero.

Si se agregan las pactadas a otros ritmos y las de exhibición la ventaja de Carlsen es de 19 a nueve y son 29 las igualadas.