RECIBIMIENTO: Cientos de personas recibieron en el Aeropuerto de San Juan a Mónica Puig, ganadora de la competición femenina de tenis en Río 2016, la primera medalla de oro en unos Juegos Olímpicos para Puerto Rico.

El propio gobernador de ese país, Alejandro García Padilla, se desplazó al aeropuerto sanjuanero para dar la bienvenida a Puig, ya una heroína en la isla caribeña.

Cadenas de televisión y emisoras de radio transmitieron la histórica llegada de la tenista, cuya gesta ha desbordado todas las expectativas, entre otras cosas porque su triunfo no era en absoluto esperado.

Puig llegó saludando desde la misma cabina del avión y fue recibida a pie de pista por el gobernador y su esposa, Wilma Pastrana, quienes saludaron efusivamente a la campeona.

Puig dijo al gobernador, ante las cámaras de televisión, que sufrió mucha tensión pero que se encuentra muy contenta de la gesta conseguida.

La puertorriqueña había siso anteriormente campeona en los XXII Juegos Centroamericanos y del Caribe de Veracruz 2014 y medallista de plata de los XVI Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011.

POLÉMICA: La sudafricana Caster Semenya, campeona mundial de 800 metros en 2009, bajó su récord personal hasta 1:55.28 y se proclamó campeona olímpica con gran autoridad sobre el resto, avivando la polémica sobre el hiperandrogenismo que padece.

La burundesa Francine Niyonsaba llegó a continuación en 1:56.49 y la keniana Margaret Wambui completó el podio con 1:56.89, igualmente récord personal.

Invicta durante ocho carreras este año, Semenya -plata en Londres 2012, tras la rusa Mariya Savinova- llegó a Río con el título africano y la mejor marca mundial en diez años: 1:55.33, conseguida en Mónaco. Ahora incluso la ha mejorado.

La ochocentista sudafricana de apariencia andrógina asombró en los Mundiales de Berlín 2009 por su rotunda superioridad.

Sus marcas han vuelto a ser inalcanzables para sus rivales y amenaza incluso el récord mundial, que lleva 33 años en poder de Jarmila Kratochvilova (1:53.28).

LEYENDA: El estadounidense Steven López perdió su pelea de repechaje en la categoría de hasta 80 kilogramos y saldrá con las manos vacías de Río 2016.

"El nuevo taekwondo es diferente", aseguró López después de perder su último combate. "Ustedes (prensa) lo vieron en los Olímpicos del 2000, 2004... En todos... Ahora los que ganan solo se echan para atrás usando la pierna por enfrente todo el tiempo. Así es el juego ahora”.

"Los nuevos protectores de cabeza y pecho han creado un nuevo estilo.”

A los 37 años, López llegó a Río con tres metales, repartidos en dos oros y un bronce, en el que también aparecen otros muchos lauros.

PLATA CON DESTELLOS: Veinte años y 19 días es mucho tiempo en cualquier ámbito de la vida.

Eso es lo que ha transcurrido entre la primera medalla olímpica de un conjunto español de gimnasia rítmica, la que consiguieron las seis 'niñas de oro' en los Juegos de Atlanta, y la segunda, la de plata ganada ahora por Alejandra Quereda, Lourdes Mohedano, Sandra Guilar, Elena López y Artemi Gavezou en Río.

Este podio junto a Rusia y Bulgaria es la culminación de un trabajo de largo recorrido dirigido por la seleccionadora bielorrusa Anna Baranova y la entrenadora Sara Bayón.

Junto a ellas han realizado la mayor parte del camino las nuevas subcampeonas olímpicas.

Si hace cuatro años les negaron en Londres una medalla que merecían basándose más en jerarquías que en lo que pasó en la competición en Wembley, esta vez nadie las podía apartar en justicia del podio, porque las españolas completaron unos juegos casi perfectos.

Fue el único equipo que no falló en los dos días, y con el grado de dificultad de sus dos ejercicios solo Rusia, por nivel e influencias, podía superarlas, como así fue.