Basse-Terre.- GUADALUPE quedará en la historia como la organizadora de los I Juegos del Caribe, clausurados hoy aquí en una ceremonia marcada nuevamente por la música.

Una vez más sonaron las siete caracolas en representación de los deportes convocados, y la central se mantuvo todo el tiempo en el escenario como una invitación a innovar en el futuro.

Los primeros compases los aportó una orquesta creada en 2017 con músicos locales provenientes de barrios pobres, como ejemplo de jóvenes que quieren hacer más. Interpretaron entre otras piezas el Bolero de Ravel.

Cuando cerró el desfile, se unieron los que lo hicieron primero para formar un anillo alrededor de la pista, para finalmente reunirse todos delante de la tribuna central.

Los organizadores agradecieron a todos los que tuvieron que ver con la realización del evento, y en especial a los atletas, e incluso hubo un agradecimiento en español a Panam Sports y las naciones hispanoparlantes de la región.

El presidente de la Asociación Caribeña de Comités Olímpicos Nacionales (Canoc), Brian Lewis, solicitó a los más jóvenes que calibraran la importancia de lo que lograron con estos Juegos.

Enumeró las dificultades vividas en los últimos meses para poder llevar adelante la cita y destacó la unidad para llevar a vías de hecho el evento.

Nos motivaron ustedes, los jóvenes. Nos hicieron tener fe y por eso quiero que entiendan que siempre que hay voluntad, hay un camino, y los Juegos serán un símbolo de triunfo sobre la adversidad, expresó.

No dejen que nuestros opresores históricos nos dividan y separen, ni nieguen nuestro potencial. Hemos hecho historia y estamos orgullosos de eso, aseguró.

Por último, exhortó a los presentes a seguir de cerca la justa para su siguiente versión, en 2025.

Llévense sus medallas y sus recuerdos y valórenlos, todos y cada uno de ustedes crearon historia, concluyó.

Para cerrar, un espectáculo artístico de música y danza lanzó el llamado a los Juegos de 2025. Guadalupe lo hizo, todos lo pueden hacer.