Camagüey.- «VALIÓ la pena el esfuerzo realizado», aseguró el profesor Miguel Mateo en medio de un gimnasio de tenis de mesa al que se refiere como «joya» al servicio del deporte camagüeyano.
«Antes de la reparación se hacía muy difícil el trabajo porque las condiciones no lo favorecían, pero ahora es muy alta la demanda, algo que nos hace felices e incrementa nuestra motivación», expuso satisfecho.
Narró que no pocos padres se acercan a la instalación del Complejo Centro-Ciudad, a fin de gestionar la matrícula de sus hijos, y que la actividad impulsada ahí implica a jugadores de todas las edades.
«Aquí se reúnen desde niños hasta atletas de la categoría máster, quienes desarrollan sus torneos los fines de semana y tributan a la preparación de los más jóvenes, a los que aportan su experiencia», puntualizó.
Espacioso, con una ambientación bien concebida y dotado de cinco mesas de calidad, el local fue reinaugurado el 25 de octubre de 2020 como genuina expresión de la voluntad de hacer, respaldada por el apoyo de las autoridades.
El premio mejor es saberlo escenario de un quehacer constante. Lo mismo animado por atletas de la Eide, quienes lo han asumido como su cuartel general, que por adultos que disfrutan raqueta en mano.
«Las posibilidades que encuentran aquí han provocado que los propios asistentes aporten implementos y se conviertan en los principales cuidadores de lo logrado», comentó la subdirectora municipal del Inder, Yoanka Adán Bueno.
Explicó que Mateo y su colega Joel Domínguez visitan la escuela primaria Marta Abreu para atender a estudiantes interesados por esta disciplina, y fue categórica al opinar que el gimnasio está en el centro de la comunidad.
La propia Yoanka guio a JIT en su recorrido por los terrenos beisboleros Porvenir y Mella, ya dotados de cercas perimetrales y otras transformaciones que nacen del empeño compartido.
En ambos lugares aún continúan las acciones, pero el panorama es superior tras frenarse el deterioro. Zonas donde antes pastaban animales y las personas transitaban libremente proyectan una imagen más apegada a lo deseado.
Delimitar las áreas ha sido esencial, coinciden en afirmar directivos, técnicos y otros trabajadores en uno y otro lugares, conscientes de que ello aporta a su preservación porque ya no son vistos como “potreros”.
Todavía quedan intervenciones importantes en la grama y el tratamiento a los terrenos en general, pero la prestancia gana protagonismo desde la pintura y la construcción de dugouts y cátedras para los profesores.
Y los frutos ya son evidentes. Se multiplican los practicantes, nacen proyectos infantiles, crecen los certámenes que implican a organismos e instituciones, y los pobladores miran diferente hacia espacios que saben suyos.
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