York, Toronto.- POSIBLEMENTE Alexander Navas haya liberado mucha más tensión que la propia Yarisley Silva durante la disputa del cetro de la pértiga correspondiente a los XVII Juegos Panamericanos.
La labor del entrenador es en ocasiones ingrata, porque carga con los malos resultados y casi siempre es el atleta la estrella que acapara los elogios si la corona llega.
Pero eso está implícito para todos cuando asumen el rol que les convierte en educadores, y disfrutan desde el anonimato los triunfos de sus alumnos.
Sin embargo era indispensable saber su sentir luego de una competencia como la vivida aquí, donde la cubana derrotó a Fabiana Murer y Jenifer Surh, con récord para la cita incluido (4,85 metros).
¿Ya podrás dormir tranquilo?
Lo voy a hacer luego de varios meses de trabajo, de sacrificio y de sufrimiento.
Tu discípula volvió a demostrar lo grande que es…
Ella se crece en la competencia, pero además sobresale por su sencillez, es muy fuerte, e incluso en medio de los problemas busca lo positivo y no puedes hablarle de algo negativo porque te dice «No, no me digas eso». Ella quería repetir su título, salir al nivel del mundo y lo hizo.
¿Cuándo asumiste que podía ganar?
Realmente en los últimos días estaba más tranquilo porque había cumplido los objetivos, desde París logramos el 4,73 y el propósito de cambiar de garrocha. Cuando vi eso dije ya estamos avanzando, tenía tremenda confianza. Cada vez que puede cambiar de garrocha en la competencia el resultado sale porque el índice técnico ella lo ha mantenido bien.
Mucho el sufrimiento…
Se sufre porque es un proceso de tiempo, hay que tener paciencia y confiar en ella, apoyarla para que pueda salir el resultado y superar los momentos de crisis. Ahora es cuando más hay que ocuparse por saber qué pasa con ella.
¿Qué te gustó más del duelo aquí?
Fue capaz de comenzar con la pértiga que habíamos planeado y llegó casi hasta la última que debía tomar. Todavía queda una que la estamos guardando para el Campeonato Mundial, para ir más alto. Pero sobre todo me gustó que lo hizo con tremenda confianza, con libertad, en los primeros intentos, tranquila, con alegría, que disfrutó la competencia.
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