La Habana.- WILMA Virginia Torres Scull es una institución dentro del Inder. Ha sido su único centro laboral desde que en 1964 entró por la puerta principal del Coliseo de la Ciudad Deportiva capitalina.
Tal vez, incluso, sea la persona de mayor permanencia en la icónica instalación, sede de los más importantes eventos deportivos internacionales celebrados en Cuba y desde donde se rigen los destinos del sector en un país de grandes campeones.
A los 78 años de edad conoce suficiente sobre la sociedad cubana y puede valorar desde su perspectiva procesos y fenómenos muy diversos. Esta vez, JIT dialogó con esta cultivada traductora de idioma ruso sobre el Nuevo Proyecto del Código de las Familias.
Ante todo, nuestra interlocutora está consciente de que la propuesta busca equiparar derechos y oportunidades, de modo que llega para sumar y nunca restar.
«Veo el Proyecto de Código muy completo, al punto de que abarca todo lo que constituye el concepto de familia. Eso es fundamental, desde los niños hasta los ancianos», sostiene.
«Propone un esclarecimiento muy grande que ya hacía falta. Puede lograr, de verdad, que sembremos la semilla del futuro», define de modo sucinto el proyecto que una vez aprobado reemplazaría al código vigente desde 1975.
«Uno de los temas que me llaman la atención es el de los derechos de las madrastras y los padrastros. Hay que partir del análisis de que los padres biológicos procrean, pero si otros educan y crían deben valorarse sus derechos por lo que implica para la sociedad, los niños, los adolescentes y jóvenes», reflexiona.
«Me gusta que se coloca en el centro de la discusión a los niños y a nosotros, los exponentes de la tercera de edad, pues son los grupos más vulnerables», abunda.
«En toda sociedad de baja natalidad y muchas personas mayores se crea un problema serio. En Cuba se acrecienta en este momento, lo estamos viendo. Esta propuesta de Código establece el apoyo a unos y otros», valora.
«Respecto a las parejas homosexuales y su casamiento hay tela por donde cortar, quizás debido al comportamiento exhibicionista de algunas, pero mientras avance la sociedad eso desaparecerá. El nuevo Código ayudará mucho», considera.
«Estoy totalmente de acuerdo con que se realice el matrimonio entre dos personas del mismo sexo», señala más tarde sobre uno de los contenidos más comentados entre los 11 títulos y 483 artículos que contiene el documento.
En cuanto a la reproducción asistida mediante vientre solidario, Wilma asegura que se trata de un acto altruista y necesario, pues «una mujer debe ayudar a otra que no pueda concebir».
En nuestra agradable conversación esta veterana de vasta cultura aborda otros acápites de sumo interés, como la unión afectiva de hecho. Compartimos el dato de que en Cuba, durante el último censo de población y vivienda, el 52 % de la población dijo estar casado y el 48 % marcó en la casilla que decía unido.
Igual considera que debe profundizarse en la definición del primer apellido de los hijos sin que ello afecte cuestiones hereditarias. También insiste en la protección frente a la discriminación y la violencia familiares; la separación de bienes en caso de divorcio y el importante papel de los abuelos en la crianza y custodia de los nietos.
Hay que estudiar una y otra vez el Proyecto, sugiere Wilma, ya que tiene como finalidad tributar a un país más respetuoso hacia la diversidad y los derechos.
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