La Habana.- YADIRA Donatien Matos no “vive” de la historia, es decir no presume de haber sido recordista nacional juvenil en el lanzamiento de la jabalina. Tampoco se vanagloria de haber compartido entrenamientos con la matancera otrora plusmarquista del orbe Olisdeilys Menéndez Sáez, gloria del deporte cubano.
Esta guantanamera reside en el poblado Felicidad de Yateras, donde disfruta de una familia que trasciende a sus dos hijas, su esposo y la suegra.
Por su responsabilidad como subdirectora del Inder en el montañoso territorio tiene muchos ahijados, a quienes inculca que el Código de las Familias ha llegado para protegerlos, al igual que a sus padres, hermanos, tíos y amigos.
«El Código de las Familias es un documento muy amplio. Su discusión debe hacerse de modo que no quede nadie sin valorarlo ni decir lo que piensa», expresó a JIT sin demasiado preámbulo.
«Considero que en las familias más vulnerables de la comunidad debe hacerse el debate en presencia de un trabajador social, porque puede haber incomprensiones y malas interpretaciones. Para cuando el proyecto se convierta en ley los cubanos debemos estar bien claros de todo lo que expresa», propuso.
«El Código es bueno porque sin duda acentúa la protección de la familia, especialmente de nuestros hijos», señaló la licenciada en Cultura Física y Deportes.
«Sin embargo, debiera hacer más hincapié en la responsabilidad de cada familia hacia los adultos mayores. Veo lagunas en eso y tenemos una sociedad con más población adulta que joven», comentó.
«En el deporte trabajamos con todos los grupos etarios, lo que nos obliga a caracterizar a cada profesor y estudiante. Eso exige evaluar cómo viven, cómo se relacionan, cuáles son sus mayores conflictos, etc. En eso hemos tenido resultados favorables acá», consideró.
«Para ello nos hemos apoyado en las escuelas, los sicopedagogos y el sicólogo de la comunidad», argumentó.
«Lo que más enfrentamos, de modo inteligente, son padres que no dejan a sus hijas practicar deportes como la lucha y el levantamiento de pesas. Pero no hay problema que no pueda resolverse conversando y comunicándonos», aseguró.
«Soy consciente de que debemos respetar el estilo de vida de cada ciudadano, que vivan como quieran siempre y cuando respeten las leyes. Por eso es tan importante este Código de las Familias», sostuvo quien dirige a 115 trabajadores, de ellos 40 mujeres.
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