La Habana.- RECIENTES medidas aprobadas por los gobiernos de Estados Unidos han recrudecido el Bloqueo Económico, Comercial y Financiero que pesa sobre Cuba. Ese brutal acto de genocidio dura 60 años y el deporte antillano ha sufrido importantes afectaciones.

En el caso del tiro deportivo las más de 240 medidas aprobadas por la administración de Donald Trump, y mantenidas por la de Joe Biden, estrechan el cerco que impide la adquisición de armas y municiones.

«El Bloqueo se ha incrementado con la inclusión de nuestra Isla en la espuria lista de países patrocinadores del terrorismo, algo que ha dificultado aún más las gestiones para comprar armas y municiones», declaró a JIT el comisionado nacional de esa disciplina, Julio Fidel Hernández.

«Se obstaculizan así las oportunidades para adquirir los implementos necesarios para la preparación de nuestros atletas», enfatizó el también presidente de la federación local, quien recordó que todavía no se han podido importar cargas compradas hace varios años.

El directivo mencionó que los especialistas del skeet (tiro al plato con escopeta) no han disparado desde los Juegos Panamericanos de Lima 2019 por la imposibilidad de comprar cartuchos.

«En 2021, año de pandemia de la covid-19, los cinco tiradores clasificados a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 tuvieron que entrenarse durante casi dos meses en Granada, España, para poder acercarse a una forma competitiva adecuada. La estancia acarreó gastos considerables», detalló.

En el tiro existe una larga historia de afectaciones causadas por la extraterritorialidad del Bloqueo, que sanciona el comercio con empresas no solo estadounidenses y persigue las transacciones financieras.

Determinante en este deporte es el uso de artículos de marcas registradas, como las balas Eley, los cartuchos Clever, las escopetas Bereta y Perazzi, las pistolas Walther y Pardini, y los fusiles Aunschutz, entre otras.

Sobran ejemplos y situaciones penosas al respecto, principalmente en las últimas tres décadas.

Clever no puede vender si el destino final es Cuba; Eley no entregó las cifras solicitadas de forma directa. La bala Eley Tenex, especial para mayor precisión, tampoco estuvo disponible.

Para sortear la carencia de municiones se realizaron en la última etapa un total de nueve bases de entrenamiento en El Salvador, Guatemala, República Dominicana y Perú. Por concepto de viajes se gastaron cerca de 95 mil dólares.

Las preselecciones nacionales esperan desde 2016 por nuevas armas y municiones, tras un contrato cerrado en Europa que sigue sin permisos para la transportación hacia España y de ahí rumbo a Cuba.

Dificultades para la obtención de visas hacia Estados Unidos; la llegada tardía de medios comprados en el exterior y la afectación de los resultados deportivos forman parte de las tenebrosas consecuencias de esta política.  

Recordemos que las municiones compradas para los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 llegaron a Cuba a finales de mayo de 2011. También que Leuris Pupo perdió el oro en los Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011 debido a la rotura de su pistola.

Eglys de la Cruz y otros atletas vieron afectados sus rendimientos en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla 2018 y en los Panamericanos de Lima 2019 por fallos relacionados con el uso de municiones vencidas.

Son ejemplos y rostros de los desmanes de una política cruel, unilateral y sin apoyo de la comunidad internacional.