Pinar del Río.- LA COPA Africana de Naciones de Fútbol parece tratarse de sorpresas. Las alberga al por mayor y hace que cualquier pronóstico se convierta en mera adivinación, como si se tratara de echar a suerte cualquier partido.
Pero lejos está de ser una lotería... En el continente africano jugar al fútbol es un acto de fe. El pundonor y la garra con que se juega allí no necesitan del caché de otras latitudes.
Y si no, que alguien explique cómo un equipo que pierde dos de tres partidos en la fase de grupos deja en el camino al único conjunto que barrió con todos sus contrincantes.
Eso pasó en el primer cruce de octavos de final del torneo continental africano, en el cual Túnez dejó fuera a Nigeria, favorita para levantar el trofeo a principios de febrero próximo.
Las Súper Águilas mostraron su dominio desde el primer momento, pero a falta de claridad y contundecia llegó el descanso con el marcador en cero para ambos.
Entonces los tunecinos creyeron... Solo así podían proponerse la gesta de machacar a un gigante y sobrevivir luego a los embates. Apenas a dos minutos de volver al campo, Youssef Msakni marcó el tanto que ponía en ventaja a los norteafricanos.
El delantero del Al Arabi catarí robó un balón infantil a Temitayo Aina y luego de dejar en el camino a Ndidi, uno que enfrenta a los mejores del mundo en la Premier, representando al Leicester City, la mandó a guardar con complicidad del arquero Okoye, quien pudo hacer más ante un disparo atajable.
Fue creer y aguantar luego el vendaval nigeriano, que acumuló otro mal cuando quedó con un hombre menos en el campo. Iheanacho y Chukwueze lo intentaban hasta que el primero salió sustituido por Alexander Iwobi.
Apenas llevaba siete minutos en el campo el delantero del Everton cuando vio la roja que el VAR decretó, luego de que el principal sancionara con amarilla un claro pisotón a un rival.
Como muchas veces pasa en el fútbol, Nigeria fue mejor con diez, pero el paso de los minutos les hizo víctimas del desespero y llegó el final del partido y la decepción con la derrota.
Del otro lado, las Águilas de Cartago celebraron sin pudor lo que ellos mismos sabían casi utópico. Ahora tendrán los tunecinos al menos un partido más, el de cuartos ante Burkina Faso.
Los Potros dejaron en el camino a Gabón en un encuentro tosco, lleno de amonestaciones (15), pero cargado de mucho dramatismo, tanto que Las Panteras empataron en el descuento cuando jugaban con un hombre menos por la expulsión de Sidney Obissa.
El capitán de Burkina Faso, Bertrand Traore, tenía en ventaja a los suyos desde el minuto 28, pero desperdiciaban oportunidades una tras otra, como el penal fallado por él mismo antes del gol.
Entonces, en el descuento, Guira desvió hacia su propia puerta un remate de Ecuele Manga para obligar al alargue y los penales por la persistencia del empate.
En la definición desde los 11 pasos, larga y agónica para ambos, Burkina Faso se impuso 7-6 y pasó con sobresalto a cuartos de final.
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