Cali.- CUBA marcha al frente de las luchas de los Primeros Juegos Panamericanos Júnior al concluir este viernes la femenina con cosecha total de tres doradas y dos de plata, en tanto la libre masculina aseguró un título y un bronce.

De esta forma la Isla exhibe 7 oros, 3 platas y un bronce para un cúmulo de 11, de ellas 4 títulos y una plateada fue la conquista de los grequistas.

La campeona olímpica y mundial de la categoría juvenil, Milaimys de la Caridad Marín, se adueñó del título en los 76 kilogramos en el Coliseo Miguel Calero tras dominar a la argentina Linda Machuca por superioridad (11-0).  

«Solo me faltaba esta presea para dominar todas las de este deporte en mi categoría, ahora pasaré a la de mayores y pienso que tengo la posibilidad de ser campeona en todas igual. Lo deseo mucho y me voy a preparar para dominar lo que llegué a hacerlo entre las juveniles».

«A la argentina ya le había ganado en los Juegos Olímpicos de la Juventud celebrado en Buenos Aires, pero a la estadounidense la enfrento por primera vez, me fue más difícil, pero pude vencerla porque ya tenía mi estrategia, pues fue campeona del mundo sub-20 y bronce en el sub-23».

Por su parte el cubano Osmany Diversent de los 57 kg abrió la brecha de los del estilo libre y como el resto de sus compatriotas que han subido a lo más alto del podio ya tienen asegurado boleto para los Juegos Panamericanos de Chile 2023.

Diversent derrotó en la final al peruano Enrique Armando Herrera por superioridad técnica para convertirse el campeón de ese peso. Antes se impuso al canadiense David Papadopoulos y avanzó a semifinales donde rindió al estadounidense Richard Figueroa Li (7-5).

Su compañero Inoisbel González se quedó con bronce al vencer al canadiense Jason-Guy Luneau. En semifinales cayó ante Lukas Chittum, de Estados Unidos por 10-0.

La otra medalla de Cuba este viernes fue por intermedio de Yolanda Mercedes Cordero, quien esta vez no pudo dominar a la venezolana Astrid Montero, de los 62 kilogramos, quien en el Clasificatorio de México en junio fue superada por la cubana.

De esta forma se desquitó la Montero, la que se vio sobre el colchón mucho mejor que la antillana, evidentemente agotada en los últimos minutos del combate.

Osmany, por su parte, elogió a todos sus compañeros «porque se han esforzado, han entrenado muy duro, pero todos no pueden ganar, sin embargo se ve su esfuerzo».

«Me sentí muy bien, entrené lo suficiente como para ganar, la pelea que podía ser más difícil era frente al estadunidense y la dominé, y al peruano lo vencí por superioridad, estoy contento con estos resultados y ser el campeón de estos Juegos que por vez primera se celebran».

De regreso a Cuba, Osmany pretende seguir preparándose porque «mis ambiciones en el futuro son bien grandes, quiero ir escalando niveles, ser campeón mundial y llegar también a un título olímpico».