La Habana.- XAVI Hernández Creu finalmente es el entrenador del Barcelona FC, luego de intensas negociaciones para desligarse del Al Saad catarí. Desde la entidad blaugrana le han dado la bienvenida y presentado.

La llegada del otrora mediocampista culé resultaba un secreto a voces luego de la destitución de Ronald Koeman, y despierta las esperanzas de los aficionados para apaciguar la profunda crisis que afronta el club.

Sin embargo, el panorama no resulta nada favorable para el nuevo inquilino del banquillo. Y es que los problemas exceden los resultados deportivos. Más bien pudiera pensarse que estos son una consecuencia lógica de los profundos rollos administrativos que sufre la entidad.

Para empezar, la ya diezmada plantilla afronta exigencias superiores a sus posibilidades reales, asumiendo la inexperiencia de jugadores como Pedri, Ansu Fati y Gabi, por solo mencionar algunos. 

La exagerada masa salarial condicionó las salidas de Messi y Griezzman e imposibilitó hacer llegar atletas a la altura de las exigencias del Can Barça.

Muestra de ello resulta la obstinada utilización de un jugador como Serginho Dest en la demarcación de extremo ante la ineficacia goleadora del holandés Luuk de Jong.

Los parámetros ofensivos del equipo quizá son los peores en lo que va de siglo XXI y eso apunta a la delantera, con ausencias como las mencionadas y la de Luis Suárez, quien se debió marchar el curso anterior.

El relevo no ha cumplido lo que se esperaba. Si bien la incorporación de Memphis ilusionó al Camp Nou, terminó por tornarse inestable de cara al gol e insuficiente para resolver partidos complicados. 

El delantero holandés, proveniente del Sevilla, más que resolver el problema del frente de ataque ha terminado por desesperar a la afición y acaparar críticas por su bajo rendimiento. 

Se suma el estado de salud del Kun Agüero, quien estará fuera durante alrededor de tres meses. Ello viene a agravar el tema de las lesiones, que preocupa sobremanera a la directiva del club y atenta contra la continuidad del equipo regular. 

La llegada del campeón del mundo a la cima del banquillo podría reafirmar la tesis de que el principal culpable de que el Barça deambule por la mitad de la tabla en La Liga era Ronald Koeman, pero también pudiera considerarse un maquillaje ante las graves circunstancias que afrontan en la Ciudad Condal. 

Probablemente el otrora estelar centrocampista tenga las claves que hagan funcionar a un conjunto en horas bajas, mas el proyecto, visto con lo que cuenta en la plantilla, se antoja a largo plazo.

Pretender contar con la cantera le anuncia de antemano. Pero los paralelismos con su generación se antojan forzados. Si bien Xavi posee el ADN del cruyffismo, tan valorado en Barcelona, y concede una importancia vital a la cantera, hay que recordar que el proceso de su generación, que permitió ganarlo todo de la mano de Pep Guardiola, fue paulatino y dialéctico.

En este momento se necesita un plan de emergencia que devuelva resultados en breve y saque al club de puestos que le dejarían fuera de las competiciones europeas. Por eso, el uso de la cantera se antoja forzado y no propio del lógico desprendimiento asociado al crecimiento futbolístico de los jóvenes que la conforman. 

El aspecto cualitativo merece una enorme importancia… El eje central de un sistema de juego que enamoró al mundo del fútbol les tenía a él y su compañero de mil batallas, Andrés Iniesta, como pilares. Ahí creció Sergio Busquets…

El panorama hoy es distinto. Ya Busquets vio pasar su mejor momento, aun cuando queda fútbol en sus botas; y el resto de los mediocampistas se verían exageradamente desfavorecidos en comparación con el dúo que ganó todo a nivel de clubes y selecciones.

Lo peor es que el entuerto económico, lejos de ver la luz al final del túnel, se agrava con el despido de Koeman y las dificultades para fichar jugadores top son cada vez más escasas, a decir de su presidente Johan Laporta. 

El factor motivacional ya funciona a favor de Xavi, quien debutaría presuntamente en el derbi catalán ante el Espanyol. Pero debemos recordar que ese también ayudaba a Koeman en su momento y terminó deteriorando la imagen que labró como jugador. Y sirva aclarar que multiplicaba la experiencia de su ahora sucesor.

Por ende Xavi tiene ante así, junto con la enorme responsabilidad de capitanear una nave haciendo aguas, dos escenarios igual de posibles: el de encumbrarse, conduciendo al club fuera de este incierto andar; y el de hundirse en las aguas violentas que llevan de la euforia al desespero, y del cariño al odio.