La Habana.- «AFIANZADOS en que se pudo, se puede y se podrá, reverenciemos hoy a nuestros muertos en el Día de las Víctimas del Terrorismo de Estado, confirmando que siempre será mejor dejar de existir que vivir de rodillas», dijo el presidente del Inder Osvaldo Vento Montiller, orador en el acto por el 45 Aniversario del horrendo Crimen de Barbados.
En el Panteón de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de la Necrópolis de Colón tuvo lugar el homenaje a los mártires de la voladura de una nave de la aerolínea de Cubana de Aviación, que realizaba el vuelo CU-455 de Caracas a La Habana.
Hasta el cementerio capitalino llegaron ofrendas florales del General de Ejército Raúl Castro Ruz y del Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la nación Miguel Díaz-Canel Bermúdez, en homenaje a quienes perdieron la vida el 6 de octubre de 1976 frente a las costas de Barbados.
Así mismo representantes del pueblo colocaron rosas en recordación a los caídos por el terrorismo de Estado y estuvieron presentes Rogelio Polanco Fuentes, miembro del Secretariado y jefe del departamento Ideológico en el Comité Central del Partido, quien presidió el acto, y José Antonio Torres Iribar, su primer secretario en la capital, así como los Cinco Héroes, entre otros.
«El crimen que recordamos hoy como parte de nuestro eterno homenaje a sus víctimas, truncó los sueños de los 24 integrantes del equipo juvenil de esgrima que regresaba a Cuba con todos los títulos disputados en el IV Campeonato Centroamericano y del Caribe de ese deporte», destacó Vento Montiller en presencia de padres, hijos, familia, compañeros de trabajo, amigos.
Minutos después de despegar del aeropuerto internacional Seawel, de Barbados, justo a las 12 y 23 del mediodía, una explosión conmovió el DC-8. No hubo sobrevivientes; 73 muertos: 57 cubanos, 11 guyaneses y cinco norcoreanos.
«No importó al imperio la inocencia de las 73 personas que perdieron sus vidas ese 6 de octubre de 1976», significó Vento Montiller.
«Pudieron más la crueldad gestada desde la intención de amedrentarnos, la impotencia ante la imposibilidad de apartarnos del camino defendido en las arenas de Girón y la bajeza de una mafia convertida en brazo armado de la CIA, que apeló sin escrúpulos al terrorismo que seguimos condenando desde el dolor compartido con los familiares de sus miles de víctimas».
«Pero otra vez se estrellan contra la entereza heredada de quienes se lanzaron a la manigua redentora, la capacidad de resistencia y convicción, la de victoria forjada bajo el liderazgo de Fidel y el General de Ejército Raúl Castro Ruz, y la decisión de avanzar que hoy nos fortalece como continuidad junto al Presidente Díaz-Canel».
El Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz en el trascendental discurso que signó el sepelio señaló entonces: «Hay un castigo para los criminales mayor que ningún otro, y es cuando el crimen que pensaron convertir en un arma para desalentar al pueblo, para atemorizar al pueblo, se convierte en energía para el pueblo, en fuerza para el pueblo y en la multiplicación del valor del pueblo».
La tradicional peregrinación, homenaje a las víctimas del sabotaje a un avión de Cubana de Aviación en pleno vuelo, constituyó este miércoles confirmación de la energía, fuerza y valor del pueblo cubano al que el imperialismo no ha podido doblegar.
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