Foto: UWW
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Tokio.- PARA sentir la fuerza de unos juegos olímpicos hay que apreciar ciertos pasajes, ciertos trances en que las emociones se apoderan de quienes actúan bajo los cinco aros.
Tras vencer en semifinales al turco Riza Kayaalp, el cubano Mijaín López se daba en el pecho, gritaba, sonreía, explotaba en palabrotas… Antes, Luis Orta había estallado en lágrimas y luego andaba como en un limbo, sumergido en el laberinto de su nueva condición: subcampeón olímpico.
El Gigante de Herradura entró a la zona de entrevistas dando un grito ensordecedor: ¡Donde yo esté, él no gana! Parecía un niño…
Así ofreció sus primeras declaraciones a la prensa luego de instalarse en su cuarta final olímpica seguida, prevista para este lunes ante el georgiano Iakobi Kajaia en el Makuhari Messe Hall A.
Sobre la anulación de dos puntos inicialmente obtenidos con un desbalance a Kayaalp, el pinareño expresó: «Los jueces hicieron una mala decisión. Los atletas no tienen por qué definir las peleas. Él alzó la mano diciendo que había algo mal. Los jueces dieron los puntos y solo había que cumplir lo establecido. Para eso están las cámaras y los videos. No veo por qué viraron los puntos, pero son estrategias para sacarme de la pelea, solo que el campeón estaba preparado».
Reconoció que evitar la pasividad en el inicio del segundo período fue clave, y prefirió la pelea de pie porque «desde el primer tiempo sabía que él estaba cansado, agotado y no iba a aguantar el tren».
Al comparar las peleas anteriores contra el turco, Mijaín afirmó que en Río de Janeiro 2016 se fue de un solo lado, pero que suelen parecerse mucho y solo decide la preparación y brindar una clase de lucha.
Interrogado sobre su decisión de no trabajar en el suelo en el segundo período, el moreno explicó que «estaba ganando y no hacía falta desgastar el músculo. Había que exigirle en la posición de pie para que el árbitro no me pusiera pasivo. Al final lo hicieron, intencionalmente, pero ya él estaba muy cansado y yo sabía que nada iba a suceder».
De cara a la finalísima del lunes, Mijaín aseguró que «solo prepararse bien mentalmente. Todos los atletas llegan preparados aquí, debo hacer la misma táctica, subir al colchón y demostrar que el campeón soy yo».
Si su carrera acaba aquí o no, eso quedó sin respuesta definitiva.
ORTA AL HABLA
«Me siento muy bien, no puedo decir otra cosa. Muy contento por estar en esta final. Desde que me levanté hoy hablé con una foto de mi niña Bianca, en el cuarto de la villa, y le dije que iba a ser un día grandioso y salió. Mañana (lunes) vamos a ganar esa final», comentó Orta en principio.
«La diferencia de esos atletas conmigo es que han podido asistir a los campeonatos mundiales y yo no. Por eso tienen esos grandes resultados. No pensé en eso, simplemente en mi preparación, que la había hecho muy buena y salieron los resultados», expresó ante el comentario de los oponentes eliminados con su lucha.
Uno de ellos, el ruso Sergey Emelin, despertó notable satisfacción: «Sabía que sería muy fuerte y duro. Salí perdiendo 0-3, pero empecé a levantar y cuando marqué los dos puntos sabía que podía ganar», comentó.
«Importante que Mijaín peleara hoy, así no tenía yo presión alguna. Me dijo que fuera paso a paso, que todo iba a salir bien… Y mire, los dos estamos en la final y mañana (lunes) a ganar», concluyó.
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