Tokio.- LA DELEGACIÓN cubana asistente a los Juegos de la XXXII Olimpiada se hizo presente este viernes en el desfile de las naciones, durante la vistosa y emotiva ceremonia inaugural que transcurrió en el nuevo estadio olímpico de esta urbe.

Encabezada por el tres veces campeón olímpico, el luchador Mijaín López, y la campeona mundial del disco, Yaimé Pérez, la representación de la Isla celebró la apertura de la cita deportiva más compleja de la historia moderna.

El pequeño grupo de cubanos estuvo encabezado además por Osvaldo Vento Montiller, jefe de la misión deportiva cubana, y otros directivos del área de alto rendimiento.

Los atletas y entrenadores mostraron un vestuario casual de corte deportivo, producido por la marca italiana Kappa, consistente en vestido rojo para las damas y pantalón a rayas azules y pulóver rojo para los hombres.

La ceremonia de apertura transcurrió con un mínimo de asistentes al recinto, casi todos personalidades, miembros del COI y periodistas, debido a la covid-19.

Entre sus primeros mensajes estuvo la entrega de un minuto de silencio dedicado a los fallecidos a causa de la pandemia que asola al mundo.

Cumpliendo lo prometido, fue muy japonesa, apegada a la cultura local, y tuvo como momento clímax el encendido del pebetero a cargo de la tenista Naomi Osaka.

Sin duda, apreciamos esta noche un triunfo de la humanidad sobre una enfermedad que intenta enclaustrarnos, y casi lo logra. 

Al final de la ceremonia JIT publicó una reseña sobre lo principal ocurrido.