La Habana.- CON LA inclusión de Gerardo Rodríguez por invitación, las posibilidades de Cuba aumentaron con vistas a mantener la senda de medallas desde la versión de Sídney 2000 en el judo de los Juegos Paralímpicos. Aunque para Tokio 2020 las principales potencialidades son de Yordani Fernández, quien clasificó de forma directa por ranking.

El santiaguero Rodríguez, calificado B3 (débiles visuales), recibió una de las 13 wild cards otorgadas por la comisión bipartita por lo que podrá intervenir en la división de 81 kg entre los 12 convocados, en la que será su segunda participación a este nivel pues finalizó en el quinto puesto de los 73 kg en la versión anterior de Río de Janeiro 2016.

Entre la docena saltan dos nombres como principales candidatos al oro en esa categoría, el sudcoreano titular mundial de Odivelas, Portugal, en el 2018, Jung Min Lee (B2- débiles visuales profundos) y el mexicano campeón en la cita brasileña Eduardo Ávila (B3), números uno y dos, respectivamente, del escalafón. De evitarlos en el comienzo del organigrama dependen las opciones del cubano de seguir en el camino al oro.

Además de ellos se incluyen otros como el uzbeco Davurkhon Koromatov (B3), el azerí Huseyn Rahimli (B2) y el ucraniano Dmytro Solovey (B2), trío que sigue en el orden por acumulación de puntos, dados sus más de mil en los últimos eventos computados.

Gerardo tuvo participación previa en los grand prix de Bakú y Warwick, ganados por Koromatov y Lee, por lo que llega con no toda la cantidad de combates de primer nivel esperada, pero pudo ver más a esos principales contendientes y trazar estrategias con su entrenador Senén Ramos.

En el caso de Fernández sus dos medallas en las lides mencionadas de este año le hacen soñar con algo más que el bronce en la localidad azerí y la plata en la cita británica.

También el matancero ascendió a un peso superior, la división de +100 kg, después de su aparición en la urbe carioca con un tercer lugar en 100 kg. Y la tendrá difícil igualmente en el Nippon Budokan para volver al podio bajo los tres Agitos.

En esa categoría el panorama ha cambiado mucho. Ninguno de los medallistas en el gigante sudamericano aparecen entre los primeros cuatro lugares en el ranking, que lo encabezan el iraní Mohammadreza Kheirollahzadeh (B2), el uzbeco Shirin Sharipov (B3), el georgiano Revaz Chikoidze (B2) y el sudcoreano Gwang Jeun Choi (B2).

Kheirollahzadeh es el campeón mundial del 2018 y Sharipov lo derrotó en la final de Bakú, así que se perfilan como los dos a vencer en Tokio.

Fernández indudablemente ha crecido en su carrera y tiene una gran voluntad hacia la meta de las preseas. De un séptimo lugar en el Grand Prix de Bakú en el 2019 hacia los podios de este 2021 lo avalan. Se situó octavo entre los clasificados por puntuación a Tokio.

Ya se anotó triunfos ante rivales que lo anteceden en el ranking como Choi, el azerí Ilham Zhakiyev (B1- ciegos) y el británico Jack Hodgson (B2), algo sin dudas que aumentó su confianza de cara al importante concurso por venir.

Quiere el oro pero otro metal sería un gran resultado y mantendría a Cuba en la senda medallista desde el 2000.

En Río de Janeiro la Isla concluyó en el séptimo lugar con cosecha de 1-0-2. Antes en Londres 2012 fue segunda con 2-0-2.

En general Cuba se ubica en el tercer lugar con total de 6-0-7 detrás de Japón (12-9-9) y China (9-10-6).