Tokio.- MILENA Venegas despachó sus remos en La Habana, un par, los únicos de Cuba en los Juegos de la XXXII Olimpiada. Le acompañaba su entrenador.

El gesto pareció un modesto esfuerzo para acabar de una vez con algo bastante difícil de explicar: Cuba no posee premio alguno bajo los cinco aros en este deporte.

Claro, Milena no carga la responsabilidad de regar el huerto de esa sequía, no puede ahora mismo.

Sin embargo, su presencia deviene bálsamo para un equipo que llegó a mandar a nivel centrocaribeño y panamericano, y que algunas veces arribó al escenario olímpico mirando seriamente al podio.

Milena se clasificó para esta cita en marzo pasado, al concluir cuarta en la final A del single peso abierto, durante el clasificatorio de las Américas disputado en el lago brasileño Rodrigo de Freitas, de Río de Janeiro.

Luego cumplió una base de entrenamiento en Italia e intervino en la Copa del Mundo de Remo de Lucerna, en la cual acabó segunda en la final C con crono de 8:52.47 minutos.

Ahora, en Tokio, vive la antesala de una justa que para ella largará antes que la mismísima ceremonia de apertura, en la mañana del 23 de julio.

«Cuando clasifiqué me sentí increíble porque es mi primera vez en unos juegos olímpicos y esos son sueños y aspiraciones que todos tenemos», aseguró con elocuencia.

«Me siento en óptimas condiciones, a pesar de las afectaciones que hemos tenido en la preparación. Incluso enfermé de covid-19, pero me entregué en cada entrenamiento y ahora voy a darlo todo», comentó sobre una etapa previa marcada por obstáculos nunca vistos.

«Yo quisiera estar acompañada por otros compañeros de equipo, pero no pudo ser y me toca representar sola a Cuba. Trataré de que todos se sientan orgullosos de mí», apuntó con cierta nostalgia en la mirada.

Ante la cuestión de los propósitos fue enfática, consciente del tamaño nivel que encontrará delante, o mejor dicho, a los lados… «Voy a darlo todo y que salga lo que salga», afirmó.

Al tratar de desmenuzar esa idea nos explicó: «en cada regata la mente está en dar lo mejor, como lo has hecho siempre. No se piensa en otra cosa porque cuando te entregas la competencia se parece mucho a un entrenamiento más».

Dicho así, a pocas jornadas de remar en aguas olímpicas, le pedí repensar el asunto y me ratificó que «sí, es dar lo de siempre».

Sobre su carrera deportiva después de Tokio 2020, la espirituana apuntó a París 2024, cita a la que llegaría mucho más madura.

Seguidora de su coterránea Mayra González, la mejor remera cubana de todos los tiempos y séptima en Sídney 2000, Venegas promete a sus seguidores el mejor de sus esfuerzos.

¡Ya la veremos en el Canal Sea Forest!