A BOLIVIA le tocó lo peor al final. Uruguay fue una cena difícil de digerir sabiendo además que Argentina será un postre muy amargo, aunque Scaloni rote algún ingrediente.
Además jugó sin un componente vital como Marcelo Martins, que aunque estuviera habría sido difícil vencer a los charrúas con Luis Suárez y Cavani tirando del carro.
Tardó más escoger cancha o balón que comenzar el asedio a la puerta verde. Y como se dice en analogía bélica: fortaleza sitiada, fortaleza tomada. Cuando no pudieron los misiles de la vanguardia celeste apareció un caballo de troya al interior de las rayas blancas del área.
En las botas de Jairo Quintero había un pez enemigo, y tras un centro de Arrascaeta el defensor boliviano batió a su propio portero, quien a esa hora era figura. El dominio uruguayo fue perenne, pero Lampe negó el gol una y otra vez.
El maestro Tabarez acomodó piezas y se notaba la mejoría, pero el arquero de La Verde se erigía en lo mejor de la tarde, incluso mejor que Cavani que lo batió cerca del minuto 80 por insistencia.
El 2-0 dejó clasificada a Uruguay y más tarde se sabría que Bolivia terminaba la Copa América con la victoria de Paraguay, a falta de la despedida formal ante la albiceleste.
Los guaraníes esperaban a Chile con la intención de no dar respiro a los de Lasarte. Para Berizzo tener la pelota y crear ocasiones era la clave de llegar al gol.
Con esas intenciones declaradas solo quedaba cumplirlo y así lo hizo. Los chilenos intentaban morder en la media cancha y no lograban más que ladrar sin asustar. El intento desmedido de destruir sin éxito el juego rival les limitaba de construir el propio y llegar con peligro al área contraria. Cuando lo intentaron no pudieron con la intensidad de la presión paraguaya.
Tanto dio el cántaro a la fuente que se rompió. Samudio puso justicia al dominio guaraní con un cabezazo seco a la portería de Bravo. Almirón pintó un centro desde el córner para que su compañero venciera por arriba a Sierralta y pusiera justicia a lo visto en el césped.
Un penal de escolares del “Pitbul” Medel sobre Carlos González le permitió a Almirón marcar un gol merecido desde antes. Corría el segundo tiempo y el principal requirió el auxilio del VAR para clarificar un posible penal por manos del propio Carlos González dentro de su área.
Finalmente se determinó que la pelota dio en su cabeza y la jugada no tuvo trascendencia. Chile quemó las naves para rescatar puntos que le libraran de Brasil sin depender de lo que haga Uruguay en la última fecha, cuando descansa.
No lo lograron. Paraguay va segundo con seis puntos y ya aseguró su pase, así como evitar a los locales en el primer cruce, que no es cosa menor.
|