La Habana.- PERTENECER a la nueva generación del voleibol cubano representa para Claudia Hernández Águila el mayor orgullo y una gran responsabilidad. A los 24 años de edad asume con entrega cada oportunidad de progreso y ayuda a su selección nacional.

La capitalina concluyó su segunda temporada en la Liga Superior Nacional de Voleibol de Perú, en la cual debutó en 2019 con el club Alianza Lima. No obstante, acaba de sentirse a plenitud con el Jaamsa, a pesar de no avanzar a semifinales.

¿Qué pasó?

Un buen equipo, con atacadoras potentes. El objetivo fue luchar por el campeonato, pero no lo logramos. Faltó la garra de querer ganar. En cambio, jugué partidos más fuertes y crecí.

¿Sintió apoyo?

Sí, de los entrenadores y las muchachas. Me dieron confianza, sobre todo en la recepción que tanto se me dificulta. En ocasiones hasta me liberaban de esa tarea, pues me presiona. Mi paso por Jaamsa fue bueno, mi mentalidad ha dado un giro. No obstante, falta mucho por mejorar y estoy enfocada en eso.

¿Qué ha superado en los aspectos técnico-táctico y personal?

La Liga Peruana no tiene un alto nivel, pero pude desarrollar habilidades en el ataque. No se trata de darle duro al balón, sino también de explotar otros recursos. En el voleibol moderno se sincronizan la fuerza y la inteligencia.

En el campeonato peruano se defiende bien y paran muchos balones en el bloqueo, entonces es difícil marcar en primera instancia. He mejorado en eso y debo seguir, pues mi estatura de 182 cm no es la ideal y urge aprender qué hacer ante el bloqueo alto.

¿Agradecimientos al Jaamsa?

En especial al director, el profesor cubano Juan Carlos Gala, quien fue uno de mis entrenadores en el equipo nacional; también al resto del colectivo técnico por el trabajo, la confianza y la paciencia. Igual a la familia y demás personas que me siguen.

Inició muy pequeña en el voleibol…

Con apenas nueve años. Era una niña intranquila y mi mamá me llevó con la profesora Felicia Pedroso, de La Habana Vieja. Tuve mi primer entrenamiento el 8 de marzo de 2006 en el Combinado Deportivo José Barrientos, de Luyanó. Allí se preparaba el equipo que asistiría al torneo nacional pioneril.

En 2009 ingresé a la Eide Mártires de Barbados, donde tuve el privilegio de contar con grandes entrenadores. Participé en dos ligas estudiantiles y cinco juegos escolares nacionales.

¿Cuándo llega a la Escuela Nacional de Voleibol?

En septiembre de 2012. Asistí a copas panamericanas y lides mundiales sub-20 y sub-23. Y con la selección mayor estuve en dos copas continentales, un mundial y en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla 2018.

¿Sus mejores resultados como colectivo e individual?

La medalla de plata en la copa panamericana sub-20 de Guatemala 2014, bajo la dirección de Tomás Fernández. Y en lo personal destaco Barranquilla 2018, ya que representó mi primer torneo de mayores y jugué como titular. Estaba emocionada, nunca había participado en una cita multideportiva.

¿Siempre ha jugado en las esquinas?

En la Eide era central, aunque pasaba a atacadora-punta con el plantel de 14-15 años. En la Escuela Nacional debuté como opuesta, pero después siempre fui esquina. Disfruto cualquier posición mientras pueda atacar, esa acción me hace feliz.

¿Qué representa Jacqueline Águila Hernández?

Mucho. Si mi mamá no hubiera tenido la gran idea de que gastara energías, ni soñando lograba todo esto, que considero poco todavía. Le agradezco su constante apoyo. Soy única hija, pero tengo tres primos que son como hermanos. Vivo con mi madre y abuelos. Siempre están atentos a las publicaciones y yo en Perú veo mucha televisión para saber de mi Cuba bella.

La próxima temporada jugaría en Francia… ¿Le ilusiona?

Estoy contenta, habrá más nivel y lo necesito para seguir aprendiendo. Siento que no he llegado al tope todavía. Quiero buscar allí lo que me falta para estabilizar el rendimiento. Espero se haga realidad el fichaje con Chamaliers. 

¿En el próximo ciclo Cuba pudiera aspirar a más?

Por supuesto. En la copa panamericana de 2019 sostuvimos buenos partidos sin el equipo completo. Cada vez se incrementan las muchachas en ligas extranjeras, adquirimos experiencias y mejora la mentalidad. Nuestro enfoque está dirigido a los Juegos Centroamericanos y del Caribe de San Salvador 2023.

¿Qué más hace en su vida?

Estudio el cuarto año en la Universidad de Ciencias de la Cultura Física y el Deporte Manuel Fajardo. En los ratos libres me gusta leer, dormir y tener tiempo para mí. Aprendo inglés por internet, voy a incorporar el francés y disfruto el modelaje.

¿Cuánto valora la labor de los entrenadores?

He tenido muchos y todos dejan su huella. Algunos han contribuido a forjar el carácter, otros a ser buena por lo que enseñan fuera de la cancha. Somos personas y debemos actuar con valores. Todos dejan su semilla.

¿Su meta en el voleibol?

Formar parte de un gran logro del equipo nacional. Lo deseamos y se lo debemos a quienes aman y forman parte de la rica historia de este deporte en Cuba. Será difícil, pero no imposible.

¿Cómo homenajearían a las Morenas del Caribe?

Debemos ganar el derecho a llevar ese nombre. Ellas lo impusieron con contundentes demostraciones. Al voleibol cubano, en gran medida, se le reconoce mundialmente por sus actuaciones. Sería precioso y justo darle más brillo a ese mote.