La Habana.- LA ANUNCIADA Agenda 2020+5 del Comité Olímpico Internacional (COI) ya es una realidad y regirá en cuestiones decisivas de un movimiento deportivo mundial que será diferente tras la pandemia de la COVID-19.
Aunque la ruta estratégica aprobada por unanimidad en la 137 sesión del COI, desarrollada de modo virtual, estaba definida desde antes del azote de la enfermedad, no caben dudas de que el enfoque se reajustó y nada será igual luego de lo vivido desde finales del año 2019.
«La crisis del coronavirus ha cambiado nuestro mundo de manera fundamental. El mundo nunca volverá a ser como antes. Incluso una vez que hayamos superado finalmente la crisis sanitaria, enfrentaremos consecuencias sociales, financieras, económicas y políticas de gran alcance», dijo el presidente del COI Thomas Bach.
Las 15 recomendaciones que proponía la Agenda fueron debatidas y luego aprobadas con la convicción de que responden a un interés colectivo, además de tratarse de áreas en que el deporte y el olimpismo pueden jugar un papel clave para convertir los desafíos en oportunidades.
Toda la actualización supone un reto importante y pretende seguir fortaleciendo los pasos vencidos con la anterior agenda, manteniendo la prioridad de hacer que los juegos olímpicos sean aptos para el futuro y continuar salvaguardando los valores olímpicos.
Para determinar los puntos incluidos se desarrolló un proceso inclusivo y colaborativo, y se aspira entre otras cosas a fortalecer aún más el deporte seguro y la protección de los atletas limpios, la coordinación armónica del calendario atlético, fomentar desarrollo de deportes virtuales y participar más en las comunidades de videojuegos.
En general se han identificado cinco tendencias para guiar el trabajo: solidaridad, digitalización, sustentabilidad, credibilidad, y resiliencia económica y financiera.
«La Agenda Olímpica 2020+5, como nuestra visión para el futuro del Movimiento Olímpico, aborda estas tendencias generales. El objetivo es construir aún más solidaridad, aprovechar el potencial positivo de la digitalización, ser el habilitador impactante para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, fortalecer la credibilidad de los constituyentes del Movimiento Olímpico y unir fuerzas con otros valores u organizaciones impulsadas por un propósito», resumió Bach.
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