JOAN Laporta fue reconocido el domingo último como nuevo presidente del Barcelona FC, tras celebrarse las segundas elecciones de más participación en la historia del club, con 55.611 votos, solo por detrás de las de 2010 (57.088).

Laporta obtuvo una mayoría abrumadora de votos (30.184/ 54,28 %) para superar a Font (16.679/ 29,99%) y Freixa (4.769/ 8,58%). Ello indica que el socio culé confía en su gestión para devolver el club a los planos que ya gozó en su anterior gestión.

El nombramiento llega en medio de una crisis institucional que acabó con la dimisión de Josep María Bartomeu para evitar una moción de censura. En tales circunstancias se plantean dos frentes fundamentales: el económico y el deportivo. 

El primero representa un reto para el nuevo inquilino, de ahí el nombramiento como nuevo CEO de Ferran Reverter, consejero delegado de Media Markt Saturn, grupo de distribución de electrónica de consumo, como sustituto de Oscar Grau.

La entidad arrastra una deuda de 1.173 millones de euros, 730 de los cuales necesita refinanciar en el corto plazo. La incorporación de Reverter habla a las claras de la confianza depositada y está estrechamente vinculada con lo deportivo. 

En plena crisis por la pandemia del coronavirus, en que los ingresos sufren por la falta de aforo y otros conceptos, urge una reducción de la masa salarial (la más alta de Europa), lo cual afecta directamente la plantilla y lleva al segundo de los puntos vitales para el nuevo mandatario: el deportivo. 

La crisis de resultados del conjunto blaugrana confirma la necesidad de una renovación del proyecto que comienza con el entrenador y termina en los jugadores, haciendo un punto y aparte para la estrella Lionel Messi. 

CONTINUIDAD DE KOEMAN

Joan ya intentó fichar al holandés en 2003, pero este rechazó la propuesta por motivos económicos y en su lugar llegó Rikjard. Por otro lado, Ronald es un fichaje del presidente anterior, seguidor de la línea de Sandro Rosell con quien el nuevo directivo tuvo desavenencias irreconciliables.

No ha confirmado el recién elegido la continuidad del técnico. Pero Rafael Yuste, anunciado como vicepresidente deportivo del club y quien le acompañó el lunes a los campos de entrenamiento, tiene un doble mensaje en cuanto al asunto.

Reconoció en una entrevista que el fichaje de Koeman era un acierto y agregó: «Es un entrenador que es un héroe del Barça, sabe mucho de fútbol y es valiente con los jóvenes. También tiene que tener nuestro apoyo».

Sin embargo, más adelante no descartó un reencuentro con Pep Guardiola, pilar del anterior proyecto de Laporta. Habló de su deseo de trabajar junto a Pep en este período, e hizo públicas unas palabas del actual técnico del Manchester City, en que afirma desear volver a trabajar junto a esta directiva.

Por lo pronto, el holandés parece retomar el camino del triunfo y ahora mismo pelea por un doblete inimaginable meses atrás, mientras el de Sampedor no parece tener intenciones de abandonar el City.

LA PLANTILLA

Yuste se encarga de anunciar que desearía conformar un equipo completamente de la casa. En total sintonía, el nuevo presidente reconoce a La Masía como garantía de la sostenibilidad económica y deportiva del club, y así lo proclamó en su proyecto de candidatura.

El sistema de juego no es negociable para el nuevo equipo y su líder, abiertamente cruyffista, y propondrá, como advirtió durante su candidatura, un fútbol vistoso y cercano a las ideas del buen trato al balón que identifican al club. En sintonía con ello, el encargado del apartado deportivo reconoció que ganar títulos es importante, pero también importa el cómo.

MESSI EN EL NUEVO PROYECTO

Desde finales de la temporada anterior, la permanencia del astro argentino en el Barça no está segura. Recientemente, la publicación de los particulares del contrato que desveló las cifras astronómicas que invierte el club para contar con sus servicios, agudizó la creencia de que sería esta su última temporada en el Camp Nou.

No obstante, una seguidilla de guiños de ambos lados hace creer que la ruptura del argentino con el Barcelona no es irreconciliable. En primera instancia se vio a Lio por primera vez votar en elecciones y simbólicamente acompañado de su hijo, de lo cual derivan lecturas vinculantes en el futuro.

Desde la planta noble, Laporta no ha escatimado en declarar su intención de retenerlo. Queda ver si por mera estrategia de popularidad y aceptación o porque verdaderamente entiende que el capitán todavía puede ser el eje de la reconstrucción necesaria. 

Lo cierto es que el recién elegido no ocultó su voluntad de complacerle y hacerle feliz en el club entendiendo que acaba contrato: «Verle votar con su hijo me ha encantado. Es una prueba de que Messi quiere al Barça. Habrá que hacerle una propuesta y que se sienta valorado. Leo quiere seguir ganando Champions, Ligas, Copas… Sabe que tendrá un presidente que se preocupará de que cuando acabe su carrera lo hará por la puerta grande».

En otro espacio también debió responder a la pregunta del millón y lo hizo con una precisión quirúrgica, demostrando el dominio que tiene de los medios. 

«Quizás por la experiencia que atesoro, no me voy a mojar del todo, intentaré ser comedido. No quiero dar falsas expectativas, pero haré todo lo que pueda. ¿Si se quedará? Dependerá de él. Puede negociar con cualquier club. El dinero no es garantía de títulos. Él quiere volver a ganar Champions, y aquí lo hará. No puede estar mejor que aquí», apuntó para dejar la bola picando en terreno del 10.

FUTURO A CORTO PLAZO

Este martes el Barça tiene una prueba tan difícil como remontar un 1-4 ante el PSG de Mbappé y allí estará Laporta invitado por Carles Turquets, presidente de la junta de transición.

El nuevo presidente no quiere desviar la atención anunciando un nuevo gabinete, entre otras cosas, para no afectar la concentración del grupo. Reconoce que sus posibilidades de ganar algún título pasan por la Copa del Rey y quizá por pelearle la Liga al Atleti, sin olvidar al Madrid con dos puntos menos y un partido pendiente entre ambos. 

Reconstruir un equipo en medio de crisis no es nuevo para Laporta, quien a pesar de su experiencia (palabra clave en su discurso), debió enfrentar más de un contratiempo en su paso anterior por la silla presidencial, al punto de enfrentar una moción de censura que no procedió por cuestión de mínimos.

En sentido general, el socio y el aficionado culé ve con buenos ojos su llegada al cargo, el resultado en las urnas lo corrobora. La clave del éxito y el fracaso en la tarea nuevamente radica en el manejo de la crisis en circunstancias novedosas.

Probablemente, en el espectro político del club, nadie era más indicado para asumir el cargo. Ello lo explica como nadie un expresidente del rival histórico, el Real Madrid, su amigo Ramón Calderón…

«La victoria de Joan Laporta en las elecciones del FC Barcelona sería una magnífica noticia para los seguidores de ese Club, y no tan buena para sus rivales en España y en Europa», ha dicho.