La Habana.- ARNALDO Rivero Fuxá no fue atleta de alto rendimiento, pero tampoco lo necesitó para ser protagonista dentro del Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (Inder), que el próximo 23 de febrero estará celebrando su aniversario 60.

«El Inder es todo… es mi vida. Porque me dio la oportunidad de formar parte de la construcción de una obra», asegura con emoción alguien que dejó sus huellas desde alumno ayudante en la carrera de cultura física hasta director nacional de docencia del organismo y también con varias responsabilidades en organismos internacionales.

«Siempre recuerdo las palabras de Fidel en enero de 1959 cuando dijo venimos decididos a impulsar el deporte tan lejos como sea posible… en aquel momento todo el mundo se quedó un poco sorprendido… nos preguntábamos cómo iba a ser… y empezamos desde las pequeñas cosas hasta lo que tenemos hoy, Cuba se convirtió en un paradigma para el mundo», continúa durante el diálogo que le hizo viajar en el tiempo.

Rivero Fuxá es parte de aquella generación que se enfrentó con lo nuevo, aprendió sobre la marcha cómo hacer las cosas y por eso siente aún más orgullo, pue sabe que el resultado mereció la pena todo sacrificio.

«Lo principal es el recurso humano con que contamos, nosotros no hubiéramos logrado la transformación en el deporte sin la formación de los profesionales, se empezó por el nivel medio y luego se fue creciendo al superior y más adelante las maestrías, los doctorados y hoy en día contamos con más de 160 doctores en ciencias, cerca de 10 mil másteres y más de 117 mil graduados de Cultura Física», enfatiza.

Convocado al recuento de estos primeros 60 años de una institución que es eje fundamental de la sociedad cubana, Rivero Fuxá elogia la práctica masiva del deporte que se ha logrado en toda la Isla y asegura que eso es uno de los aspectos más importantes de la labor del Inder.

«Una de las cosas que más nos impresionan es la cultura deportiva del pueblo, se habla de deportes en todas las esquinas y eso es una muestra de que el deporte es un orgullo para el pueblo, forma parte de su identidad y de su cultura», dice.

Desde su experiencia también reconoce el reto que implica mantener todos estos logros en medio de un panorama cada vez más exigente desde lo internacional y con no pocos contratiempos que se enfrentan a diario.

«La obra de la Revolución en el deporte ha hecho que trascendamos al mundo, que el mundo ponga los ojos en Cuba… hemos sido embajadores del movimiento deportivo cubano y de la Revolución…

»En los momentos más tensos de la realidad cubana el Inder ha aportado alegría al pueblo, todos sienten una alegría muy grande con cada éxito y eso nos llena de inspiración, por eso creo que el trabajo en el Inder no es trabajo, es disfrute, es el poder hacer todos los días para que todos sean más felices», concluyó.