Moscú. - EL VOCERO del Kremlin, Dmitri Peskov, lamentó hoy una reciente decisión del Tribunal de Arbitraje Deportivo (CAS) contra Rusia y la calificó de paso muy negativo, indicó la televisión capitalina.

El CAS determinó ayer prohibir hasta el 16 de diciembre de 2022 la participación de los deportistas rusos en campeonatos mundiales, Olimpiadas y Juegos Paralímpicos bajo bandera nacional, lo cual los obliga a presentarse como atletas neutrales.

Los altos funcionarios rusos de la esfera del deporte tampoco podrán asistir a los eventos del referido nivel en el mismo lapso. A Rusia, además, se le prohíbe acoger o aspirar a realizar competencias deportivas como las mencionadas en dos años.

En caso de que Rusia tenga aprobada la organización de eventos deportivos como los citados, este país deberá pasar esa oportunidad a otro estado, siempre que ello sea legal y prácticamente posible.

La decisión unánime del colegio de abogados del CAS incluye también la aclaración de que los deportistas rusos pueden llevar el símbolo de Rusia, pero este debe ser del mismo tamaño que la inscripción en inglés de «deportista neutral».

Además, los competidores rusos tampoco podrán en ningún momento exhibir símbolos patrios como su bandera, escudo u otros similares.

La decisión del CAS fue una respuesta a una apelación presentada ante ese órgano por la Agencia Antidopaje de Rusia (Rusada) contra un veredicto de la Agencia Mundial Antidopaje (WADA) que demandaba suspender por cuatro años de competencias a los deportistas rusos.

Rusada, además, deberá pagar compensaciones a la WADA por 1,27 millones de dólares, equivalentes a gastos realizados por esa entidad internacional en investigaciones sobre Rusia.

La nueva acusación contra este país de la WADA, que consideró a Rusada como entidad fuera de los parámetros del Código Antidopaje Mundial, la basó en la incapacidad de esa última entidad rusa para presentar datos “verídicos” del Laboratorio Antidopaje de Moscú.

Medios de prensa rusos recuerdan que en su tiempo Rusada cumplió con otras exigencias derivadas de otro proceso, por el cual se acusaba a Rusia de practicar, de forma masiva y planificada, el dopaje entre sus atletas, por lo cual estuvo limitada en las Olimpiadas de Rio de Janeiro.