La Habana.- EL MUY llevado y traído tema de las mujeres y su capacidad para jugar ajedrez, además de la supuesta inferioridad frente a los hombres, vuelve a avivarse en estos días con opiniones de reconocidos jugadores, luego del éxito de una serie televisiva que acapara la atención del mundo.

Gambito de Dama, nombre de una de las más conocidas aperturas del juego ciencia, fue tomado para la miniserie de siete capítulos vista hasta ahora por 62 millones de suscriptores pasados 28 días de su estreno en la plataforma digital de televisión Netflix, y que relata la genialidad de un personaje femenino ficticio: Beth Harmon.

Dirigida por Scott Franck y Allan Scott, la propuesta lleva incluso a los menos conocedores del ajedrez a descubrir un mundo complejo, en el que una joven prodigio se impone en un ambiente dominado por hombres. Y es claro que desafía nuevamente los conceptos establecidos.

En la serie se logró reflejar de manera natural las escenas de las partidas, el mover las piezas, marcar el reloj y hasta las posiciones vistas sobre los tableros. Eso es algo en lo que estuvo involucrado el ex campeón mundial Garry Kasparov, precisamente uno de los que en sus momentos de esplendor “atacó” la presencia femenina cuando afirmó que  «el ajedrez no encaja adecuadamente con las mujeres».

Es cierto que luego se retractó de esos comentarios, e incluso sufrió en carne propia cuando la húngara Judit Polgar le derrotó en el 2002. Pero Kasparov no ha sido el único con semejantes planteamientos, pues el estadounidense Robert Fischer (campeón mundial entre 1972 y 1975) aseguró una vez que «simplemente no son tan inteligentes y deberían quedarse estrictamente en casa».

El británico Nigel Short, subcampeón del planeta, expresó en su momento que, sin importar lo que digan los neurocientíficos, los hombres están “programados” para ser mejores en el juego y hay un “enorme” abismo de habilidades entre ambos sexos.

Por suerte no todos piensan igual y la reciente propuesta motivó la reacción favorable del actual número uno del mundo, el noruego Magnus Carlsen. «La serie hizo al ajedrez mejor», declaró el nórdico durante un contacto vía Zoom con varios medios de prensa.

Sin embargo, reconoció que aún es largo el camino por recorrer para erradicar la persistente postura sexista dentro del juego. «Las sociedades de ajedrez no han sido muy amables con las mujeres y las niñas a lo largo de los años. Ciertamente es necesario que haya un pequeño cambio en la cultura», reconoció tras confesar que imaginó un duelo contra la heroína de ficción de la serie.

«No creo que, en principio, las mujeres tengan una habilidad menos natural que los hombres para ser grandes en el ajedrez», argumentó y analizó variantes para la forma de convocar los torneos.

Criticó la actual forma de torneos abiertos a cualquier género y torneos solo para mujeres. En su opinión «o debe haber solo torneos abiertos, o solo torneos masculinos y femeninos».

LA POLÉMICA VISTA DESDE LA NEUROCIENCIA

El tema es demasiado amplio para llegar –al menos por el momento– a una conclusión definitiva en cuanto a si la mujer es inferior o no para enfrentar el ajedrez. Los argumentos van desde lo social hasta lo genético, y los estudios científicos aún tienen mucho que aportar.

De cualquier forma vale resaltar algo de lo definido por las neurociencias, pues se ha comprobado que los cerebros masculino y femenino son diferentes física y químicamente, pero eso no significa que se puedan confirmar grandes diferencias en el plano cognitivo.

«Nada explica, justifica o afirma que los hombres jueguen mejor al ajedrez por ello. A día de hoy, las investigaciones que se han producido en este campo sobre el ajedrez son escasas y la mayoría no han conseguido datos concluyentes que puedan avalar la afirmación de que los hombres sean mejores jugadores», aseguran los estudiosos.

EXPERIENCIA CUBANA

En Cuba las opciones para dedicarse al ajedrez desde edades tempranas son parejas para niños y niñas. Existen competiciones para ambos desde las categorías más pequeñas y se potencian de igual manera las facilidades para convertirse en titulados internacionales.

Los principales torneos internacionales convocados en la Isla tienen siempre presencia femenina, desde 1984 se participa en los segmentos para mujeres de la Olimpiada Mundial y son varias las formadas como Maestras.

Vivian Ramón se convirtió en 1998 en la primera Gran Maestra de Iberoamérica y desde finales del 2017 Lisandra Ordaz exhibe el privilegio de ser la única mujer con título de Maestro Internacional sin distinción de sexo.

De todas formas también se enfrentan problemáticas como las del resto del mundo, el número de mujeres que se dedica profesionalmente al ajedrez es inferior al de los hombres y las de mayor rango no llegan al nivel de sus pares masculinos.