EL ESTADIO Da Luz devolvió a Portugal viejas pesadillas. El fantasma del 0-1 ante la Grecia del alemán Otto Rehhagel voló sobre la cancha, pero esta vez no jugaban los griegos de la epopeya, sino los campeones del mundo.

Fernando Santos se jugaba el pase a la final de cuartos de la Nations League, y juntó a Cristiano Ronaldo, Joao Félix, Bruno Fernández y Bernardo Silva en el once titular.

Sin embargo, equivocó el guion y no mostró el más mínimo afán de golpear la mesa con autoridad en casa. Más allá de los intentos de Ronaldo, poco apuró al guardameta francés Hugo Lloris en los primeros 45 minutos.

Todo el mérito para los chicos de Deschamps, quienes dominaron a los lusos de principio a fin. Un solitario gol del todoterreno N'Golo Kanté pareció poco aún sin Mbappé, sobre todo por las cuatro ocasiones desperdiciadas por Anthony Martial, encontrado con un Rui Patricio inmenso en par de esas.

De esa forma, Francia se fue de la península ibérica con el boleto a la fase final de esta Liga por vez primera.

A Luis Enrique le salieron mal todos los trucos en Basilea. Las cartas le caían de las mangas, los conejos asomaban las orejas en la chistera roída por el hastío. Los tres falsos nueve de España devinieron en ganga para los centrales helvéticos Akanji y Elvedi, este último expulsado en el 78´.

Si los cojines del banco parecen excesivos para De Gea, dejar fuera a Morata y Gerard Moreno, y alinear con Ferrán Torres y Dani Olmo, parece una broma de mal gusto cuando España acusa tanta falta de gol.

El libreto del “tiki taca” está tan envejecido como Busquets, quien necesitó la brillantez de Fabián Ruiz y Mikel Merino, confirmando que su puesto depende más de las simpatías del técnico que del fútbol, ese que alguna vez tuvo a raudales.

La noche del capitán Sergio Ramos fue para “no olvidar”, y no precisamente por el partido 177 con su selección, máxima cantidad para cualquier futbolista europeo, sino por los dos penales errados a manos de Sommer, después de 25 anotados al hilo. 

Desesperaba La Roja, pues se le agotaban las ideas más allá de los tres cuartos de cancha. La contundencia dejó su lugar a la prolijidad y los minutos valieron su peso en oro para Suiza, que ganaba desde el minuto 26. 

Entonces llegaron los cambios y el gol visitante. Si hubiera público en el estadio seguro se romperían la garganta de gritarle a Luis Enrique: te lo dijimos.

Después de la entrada de Morata y Moreno el dominio terrible a las huestes suizas se hizo palpable en el rubro estadístico más importante del juego: los goles. Pero el tanto de Gerard Piqué llegó al 89 como la dicha cuando viene mal y tarde, así que el empate supo a poco, sobre todo cuando España está obligada a ganar ante Alemania para incluirse en el Final Four.

Los germanos hicieron lo suyo ante la Ucrania de Shevchenko. El susto que les dio Yaremchuk en el minuto 11, con la carambola que hinchó la red de Neuer, sirvió apenas para la anécdota.

Leroy Sane niveló el mar de leva de los ucranianos y Timo Werner, quien a sus 24 años asusta al más temerario, se mandó un doblete para el 3-1 definitivo que encumbró a la Mannschaft en el grupo A4. Eso bien vale medio cupo a la final de cuatro, con un partido ante España el próximo martes en el Pizjuán andaluz que sabe final.

Suecia se salvó del descenso a la Liga B de Naciones, al vencer 2-1 y convencer ante la Croacia de Modric. Los tres goles del partido fueron a la cuenta de los nórdicos, uno de esos en propia.

Entre tantos choques de trenes en Europa, se jugaba acá un amistoso de perfil bajo, aunque delicioso. El Tri del “Tata” Martino confirma su excelente paso y acumula una sola derrota, nada menos que ante la Argentina de Messi. 

Corea del Sur se adelantó con asistencia de Son, pero los mexicanos ripostaron de la mano de Raúl Jiménez. No podía ser otro. Él mismo habilitó a Pineda para asistir al “Brujo” Antúnez y luego el “Titán” Salcedo puso el tercero, todo ello en apenas cinco minutos. El marcador soportó un segundo gol de los asiáticos y cerró con la victoria mexicana por 3-2.