La Habana.- ¡LA OBRA de la Revolución, honrosa y humana, es el más digno tributo a los mártires! Así expresó el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz en el epílogo del discurso inaugural de la Escuela de Iniciación Deportiva Escolar Mártires de Barbados (Eide), en La Habana el 6 de octubre de 1977.

Se refería al homenaje que día a día debía ofrecerse a aquellos que en plenitud de facultades habían ofrendado sus vidas por el proyecto revolucionario cubano.

Entre esos brillaban ya con luz propia los integrantes del equipo juvenil de esgrima, asesinados un año antes frente a las costas de Barbados, como resultado de un abominable sabotaje perpetrado contra una nave de la compañía Cubana de Aviación.

«¡Que esta escuela sea un digno homenaje a ellos! ¡Y que el comportamiento ejemplar de sus estudiantes sea un permanente homenaje a los gloriosos Mártires de Barbados!», destacó el líder de la Revolución.

Desde entonces han surgido del centro numerosos campeones en juegos escolares y juveniles, y ha sido forja de medallas olímpicas y mundiales para orgullo de los seguidores del deporte en Cuba y otros lares.

«Esta es una gran escuela, sin dudas. Pero con el paso de los años sufrió, lamentablemente, un notable deterioro, a pesar de las reparaciones recibidas. No obstante, nunca ha perdido unos juegos escolares y seguimos formando grandes campeones», dijo a JIT su director Ricardo Montes Gamboa.

«Su estado ha sido consecuencia, además, de la crisis económica global y su repercusión en Cuba, todo lo cual se agrava por el Bloqueo Económico, Comercial y Financiero de Estados Unidos. También, no puede negarse, obedece a la desidia de algunos que no supieron cuidar este regalo de la Revolución», recalcó.

«Estamos a la espera de poder concluir el curso escolar 2019-2020, pero mientras se ejecutan cambios positivos para recibir a los alumnos-atletas, profesores y demás trabajadores», apuntó.

Alrededor de mil 250 educandos se preparan aquí en los niveles primario, secundario y preuniversitario. La instalación abarca un kilómetro cuadrado en el sureño municipio del Cotorro.

«Hace cuatro meses comenzamos las reparaciones. Ya tenemos un área para servicios médicos, otra exclusiva para los niños de tercero a sexto grados y un laboratorio de computación para secundaria básica, con el cual completamos todos los niveles», abundó Montes, joven cuadro antes director de la Escuela de Profesores de Educación Física de Mulgoba, en Boyeros.

«También tenemos nuevo alumbrado en la plaza-parque, en las piscinas y en el paseo de entrada hasta el edificio principal. Ya terminamos la cocina-comedor, que cuenta con nuevas hornillas de acero inoxidable, calderas activadas y marmitas arregladas. También recibimos 400 literas con sus respectivos colchones», detalló el directivo.

El área de servicios médicos posee salas para aislar pacientes, un laboratorio clínico y espacios para los servicios de aerosol e inyecciones. Los niños de tercer a quinto grados disfrutarán de un salón con televisión y juegos, un dormitorio de cuatro cubículos, dos por sexo, además de baños, pantry, laboratorio de computación y aulas contiguas.

La reciente apertura de la Eide Antonio “Ñico” Jiménez, en Mayabeque, facilitó un tanto estas acciones, pues liberó espacios para —por ejemplo— instalar el tercer laboratorio de computación, dedicado a los alumnos de secundaria básica.

La pintura está al 80%, con varias tonalidades de azul que embellecen la instalación. Se trata de otra de las acciones de un programa de rehabilitación previsto para cinco años, en el cual se incluyen varios objetos de obra.

«Lo más complejo son las filtraciones, las cubiertas, en las cuales estamos trabajando, pero se agrava por la falta de insumos», comentó la ingeniera civil Niurisel de la Torre, de la UEB Construcción y Servicio de la Empresa Constructora de Bacuranao.

«Hemos usado hachas para tumbar árboles de 20 centímetros de diámetro crecidos en las azoteas. En el Cotorro llueve mucho y hay techos a los que no se subía desde hace seis años», ilustró.

«Aquí tenemos unos 15 constructores. En otros momentos se han requerido más. El principal problema radica en los aseguramientos, aunque hemos recibido gran respaldo del Gobierno habanero y del Inder. Sin embargo, en estos tiempos resulta difícil encontrar hasta un puñado de puntillas», ejemplificó.

«Nuestra garantía de calidad está en el criterio de los profesores y trabajadores. Ellos han valorado lo hecho y hemos recibido felicitaciones. Esperemos que los muchachos se sientan a gusto», concluyó Niurisel.

LA SIEMPRE CAMPEONA

Amarilis González Chamizo funge como subdirectora deportiva de esta institución líder a nivel nacional.

«Aquí llevo 11 años. Fui alumna de la Eide, la Epef y pasé por el alto rendimiento, siempre como basquetbolista. Después me hice entrenadora y directora de equipo. La escuela es vida, te retroalimentas de casi todo», afirmó la espigada morena, todo respeto ante el colectivo.

«Somos 190 profesores, de ellos 67 docentes. Como ves, la mayoría se encarga de atender 35 deportes, 12 de los cuales están fuera de la sede principal», especificó.

«Nuestro gran problema radica en el tabloncillo para voleibol, balonmano y baloncesto. No tenemos. Lo levantamos y estamos en vías de solución. Ahí están las medallas de los deportes colectivos en las cuatro categorías. Confío en que pronto contaremos con esa instalación para seguir siendo campeones», expresó.

ROSA, LA HISTORIA

Hizo su práctica laboral en el curso 1978-1979. Se incorporó definitivamente en 1980. La Eide ha sido su único centro de trabajo, salvo cuando cumplió misión en México. Se jubiló y volvió a la carga en la que denomina su escuela. Hablamos de Rosa Borrell Guzmán, una mujer sumamente agradecida de esta casa de estudios.

«Todo lo que sé y soy se lo debo a este centro. Desde 1978 estoy aquí. Nunca pensé que me iban a ubicar acá y ya llevo más de 40 años. Hasta me retiré y regresé», comentó la también subdirectora de formación integral.

«Imagine que vivía en Punta Brava, en el municipio de La Lisa, casi pegado a Artemisa. Viajaba a diario hasta acá. Me mudé para el Cotorro para estar más cerca», significó la Licenciada en Cultura Física y especialista en voleibol.

«Aquí entran niñitos y salen jóvenes de 16-17 años, o sea que pasan gran parte de su formación acá. Los recibimos pequeños y los entregamos como hombres y mujeres a la sociedad. Muchos se convierten en estrellas del deporte y a los otros intentamos hacerlos también personas de bien», recalcó.

«Toda su formación está en nuestras manos. Por eso insisto tanto en la importancia del ejemplo del profesor y cada trabajador», adicionó la veterana.

«Sin dudas, la época de mayor esplendor de esta Eide fue en sus inicios. Pero por aquí han desfilado futuros campeones olímpicos y mundiales, y también abogados, doctores, directivos, gente muy buena. Eso es obra de la Revolución. Por eso, esta siempre será mi escuela», concluyó.