La Habana.- TODOS sabemos que la lucha deportiva cubana tiene mucho más talento que el inmenso acumulado por Mijaín López Núñez, tres veces monarca olímpico y cinco del orbe.

Sin embargo, los aficionados de esta Isla siguen al hilo cada detalle del Gigante de Herradura, pues el verano próximo podría convertirse en el primer luchador (varonil) de la historia con cuatro coronas bajo los cinco aros.

No será fácil, pues varios nombres se antojan rivales de fuerza, como el turco Riza Kayaalp, el egipcio Abdellatif Mohamed, el uzbeco Muminjon Abdullaev, el estadounidense Adam Jacob Coon, el estonio Heiki Nabi y el georgiano Iakobi Kajaia, por solo citar algunos de los primeros en el ranking mundial de los 130 kg.

Sin embargo, ya sabemos de la maestría del grequista pinareño y que no se mostrará demasiado hasta los días primero y 2 de agosto de 2021, cuando ingresará al Makhuari Messe Hall en calidad de favorito y con todos los reflectores encima.

En definitiva, Mijaín retará la historia de esta disciplina en el concierto olímpico, intentará hacer algo que no pudo lograr ni siquiera el más grande de todos los tiempos, el soviético-ruso Alexander Karelin.

El primero de agosto Mijaín lucharía los octavos de final, los cuartos y la semifinal. El 2 de agosto, en la noche, disputaría su cuarta faja dorada. Anotemos esa fecha en mayúsculas, COVID-19 de por medio.

Resulta llamativo que la division máxima del estilo clásico se ha ubicado en los dos primeras fechas del evento, pero quizás la Unión Mundial de Luchas (UWW) quiere un arranque por todo lo alto, para impresionar y robar cintillos en medio de una cita con demasiados hechos llamativos.

La lid para los luchadores se extenderá hasta el 7 de agosto y cada día ubicará divisiones varoniles (greco y libre) y una femenina. Se trata de otro esfuerzo por visibilizar la inclusión de la mujer.