La Habana.- EL ARTEMISEÑO José Alejandro Hernández y la holguinera Camila García son los nuevos campeones nacionales escolares de ajedrez en Cuba, esta vez coronados en un inusual certamen virtual que reunió a competidores de todas las provincias y enfrentó de manera conjunta a hembras y varones.
Según información brindada por el metodólogo nacional Wilfredo Toledo, los acumulados finales de José Alejandro y Claudia ascendieron a 38 y 28 unidades, respectivamente.
Entre hombres las medallas de plata y bronce se las quedaron el capitalino Cristian Portal (36) y el tunero Ibrahín Fernández (32), mientras que en la rama femenina las merecieron la pinareña Elizabeth Luis y la matancera Amy Ashley Cepero, curiosamente dueñas de similares puntuaciones que la campeona.
La lid se jugó a ritmo de tres minutos por partida, más dos segundos de incremento luego de cada movida, y por la plataforma www.lichess.org. De igual modo sucederá en el campeonato nacional juvenil convocado para el venidero 26 de julio.
La única diferencia en la lid para menores de 20 años será que —obligatoriamente— los jugadores deberán grabarse mientras participan, con el fin de garantizar el juego limpio o fair play.
«No se puede generalizar, pero a veces sucede que algunos buscan ayuda externa en este tipos de eventos virtuales. Eso va contra el espíritu deportivo y tratamos de evitarlo», aseguró Toledo sobre un fenómeno internacional que genera no pocas quejas.
Por esa razón, los resultados en este tipo de torneos no se conocen tras el cierre de las acciones, pues se estipula un período de varias horas para atender cualquier reclamación.
Grabar o trasmitir en vivo, mientras se juega, constituye una de las variantes para evitar irregularidades. Ojalá en el futuro sean muchas menos las protestas por estos comportamientos inadmisibles.
Las competiciones online se han convertido en notable opción en medio de la suspensión de eventos presenciales, provocada por la pandemia de la COVID-19. Sin embargo, para muchos el auge de la modalidad pudiera convertirla en cotidiana incluso cuando se restablezca la normalidad.
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