La Habana.- NO ES EL primero, ni será el último. Los escándalos por dopaje siguen tomando protagonismo en el mundo atlético. Y aunque esta vez el estadounidense Christian Coleman no está acusado de “nada”, al menos es culpable de saltarse los controles sorpresivos de la Unidad de Integridad del Atletismo.

El campeón mundial de los 100 metros planos no estuvo localizable para tres exámenes durante los últimos 12 meses, y como consecuencia se le aplicó una suspensión temporal.

Algo parecido le sucedió previo al certamen universal de Doha, en septiembre pasado, pero al final un detalle técnico dejó en dos los controles entonces “esquivados”. Logró asistir a la capital catarí y ganó el oro con registro de 9.79 segundos, el sexto mejor de todos los tiempos.

Coleman alega ahora que se trata de un intento deliberado para “pillarle” y recuerda que nunca ha dado positivo por consumir sustancias. Sin embargo, enfrenta un proceso por no estar disponible en el sitio informado, tal como se establece para todos los atletas.

¿Las consecuencias? Si no logra aclarar lo sucedido, Coleman recibirá una suspensión de dos años, se perdería la cita olímpica de Tokio y engrosaría la ya larga lista de los separados por dopaje al menos una vez.

Un dato curioso: de los hombres que han bajado de 9.80 segundos en los 100 metros, solo el jamaicano Usain Bolt y el estadounidense Maurice Green han escapado de sanciones de este tipo.

La llamada lista negra se abrió en los Juegos Olímpicos de Seúl 1988 con el canadiense Ben Johnson, pero luego sumó a otros ilustres como los norteamericanos Tim Monstgomery, Tyson Gay y Justin Gatlin, y a los jamaicanos Yohan Blake, Asafa Powell y Nesta Carter.

Vale recordar que este último es responsable de que a Bolt le “arañaran” su cosecha perfecta, pues el positivo ocurrió durante la revisión de las muestras guardadas desde los Juegos Olímpicos de Beijing 2008.

Carter formó parte del relevo jamaicano que logró el récord mundial de 37.10 segundos en el mítico Nido de Pájaros, pero la felicidad y el mérito se esfumaron cuando en 2017 se conoció de la trampa.

De nada valieron los argumentos de negligencia en el procedimiento o cosas por el estilo: Bolt debió entregar uno de sus títulos olímpicos y quedarse con ocho.

No obstante, el mejor velocista de la historia y uno de los hombres más famosos del deporte no arrastra ningún error por sustancias prohibidas. Jamás ha sido sancionado directamente, pese a que sus registros se asumen como “de otro planeta” y generaron no pocos comentarios mal intencionados.

Volviendo a Coleman, de apenas 24 años de edad, plusmarquista universal en los 60 metros bajo techo y visto como la estrella de la velocidad de los próximos años, habrá que seguir esta nueva “novela” para saber si queda en el bando de los inocentes o los villanos, en términos de dopaje, claro está.