La Habana.- EL TENISTA de mesa Andy Pereira se perdió el segundo cumpleaños de su niña Laurita. Estar en un centro de aislamiento le impidió abrazarla y decirle, con un beso, cuánto le quiere. Celebró desde la distancia y por partida doble, pues también resultó negativo al test de la COVID-19.
Andy es uno de los deportistas de la Isla contratado en ligas extranjeras, específicamente en Alemania. Regresó a casa el pasado 26 de marzo y desde ese momento cumple la cuarentena obligatoria para evitar riesgos de contagio en medio del combate contra la pandemia del nuevo coronavirus.
«Ya me hicieron el test y di negativo, de todas maneras tengo que seguir cumpliendo los días de aislamiento. Estoy en perfectas condiciones y muy bien atendido», comentó a JIT por Messenger antes de afirmar que lo importante es asegurarse de no ser portador del virus antes de regresar a casa.
«Cuando la situación comenzó a agravarse en Europa las ganas de regresar se volvieron inmensas, pienso que lo mejor es estar en la patria rodeado de mi gente», aceptó decir el doble campeón centroamericano, bronceado panamericano y dos veces participante olímpico.
Por cierto, la clasificación a la cita de Tokio quedó pendiente para los tenistas de mesa, quienes buscarían boletos por estos días en Rosario, Argentina. Ahora esperan por la reprogramación de ese evento.
Acerca de su regreso desde la urbe germana de Bad Aibling narró que lo hizo vía España, y estuvo varado en el aeropuerto de Madrid por más de 20 horas: «no había casi opciones de vuelos, muchos cancelados o todos los cupos llenos».
Por suerte pudo encontrar espacio, y aunque aislado aún por cuestiones de seguridad, ya se encuentra unos kilómetros más cerca de casa. Muy pronto podrá cumplir el sueño de sentirse entre los suyos.
«Lo más importante en este momento es cuidarnos, y que el mundo logre vencer esta terrible situación», deseó, aunque se declaró triste por lo que se vive y sobre todo por no haber podido tener cerca a Laurita en un día tan especial.
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