La Habana.- CON PALABRAS de beneplácito por la acertada posposición de los Juegos Olímpicos de Tokio y el compromiso de buscar soluciones para sus propios eventos programados para el resto de la actual temporada, se pronunció este martes la World Athletics (nombre con que ahora se denomina la Federación Internacional de Atletismo).

«Creemos que esta decisión les dará a todos los atletas, oficiales técnicos y voluntarios un respiro y certeza en estos momentos sin precedentes e inciertos», publicó en su sitio web la World Athletics y adelantó que buscará preservar su campaña al aire libre aunque signifique comenzar los eventos más tarde en el calendario.

La crisis mundial provocada por la pandemia de COVID-19 ha generado innumerables cambios en el deporte, el más reciente y significativo el cambio de la cita de Tokio para el verano del 2021, plazo que se considera suficiente para poder realizar unos juegos a la altura de lo esperado.

«Seguiremos trabajando también para que los atletas tengan acceso a las competiciones en cada región cuando sea seguro. Esto les ayudará a planificar sus actuaciones y ajustar el entrenamiento en consecuencia para los Juegos Olímpicos en 2021», añadió el ente rector del atletismo en el planeta.

Sobre los sistemas de clasificación, que tienen siempre fecha límite para lograr las marcas mínimas, confirmó que se revisará el actual sistema y se harán los cambios pertinentes lo más rápido posible para que los atletas conozcan las variaciones con tiempo suficiente.

Respecto al Campeonato Mundial de Eugene, en el 2021, y que ahora posiblemente coincidiría en fecha con los Juegos Olímpicos se aseguró que ya se producen conversaciones con el comité organizador de esa cita y no se descarta la posibilidad de posponerla incluso para el 2022.

El Mundial en suelo estadounidense debía celebrarse entre el 6 y el 15 de agosto, un período en el que de seguro habrá certamen olímpico, de ahí la necesidad de cambiar lo previsto.

El atletismo no será el único deporte con variaciones por la inesperada enfermedad que se ha apoderado del orbe y que mantiene en vilo a sus millones de habitantes, enfrentados a una situación en la que lo único importante es preservar las vidas humanas.