La Habana.- NUNCA serán suficientes las medidas a tomar, las explicaciones que brindar y sobre todo el llamado a la disciplina como principal arma contra la pandemia de la COVID-19, y es ese un tema convertido en prioridad para el deporte cubano desde todas sus instalaciones.

La Escuela de Deporte de Combates, situada al este de la ciudad, es uno de esos sitios en que a diario se insiste en dar prioridad a la toma de conciencia y se hace desde el ejemplo: nadie accede a la sala sin limpiarse antes con agua clorada las manos y suelas de los zapatos.

Este viernes se repitió una escena que es habitual –y reforzada– desde hace varias jornadas, los integrantes de los equipos nacionales de taekwondo y kárate recibieron antes de sus entrenamientos explicaciones del personal especializado, ese que está preparado para contestar cualquier inquietud.

El Doctor Eduardo Negrete centró la actualización, repitió el llamado a mantener la limpieza, el poco contacto físico y reportar cualquier molestia gripal por leve que sea.

«Este es un proceso que se gana con disciplina y medidas extremas de higiene, eso es lo más importante para evitar el contagio», dijo a un auditorio familiar por el intercambio diario.

Con el llamado a evitar el pánico intervino la sicóloga Marisol Suárez, segura de que estar atentos no es convertir en miedo esta batalla que ahora se enfrenta, es tener claro que todos somos vulnerables, pero también capaces de cumplir las medidas para evitar riesgos.

La enfermera María Dolores Pereira es la más activa en la sala, a ella nada se le “escapa” del tema higiene; vigila el uso del agua con cloro y exige que solo se acceda sin zapatos al tatami de entrenamiento.

En especialidades como estas en las que el contacto cuerpo a cuerpo es inevitable se redoblan los cuidados y los propios atletas son conscientes de esto, por eso algunos como la taekwondoca Taimí Guisado y el karateca Maikel Noriega aseguran que no habrá descuido.

«Sabemos lo importante que es hacer todo lo que nos han enseñado, aquí sudamos mucho en los entrenamientos y mantener la higiene es fundamental, estamos seguros de que vamos a lograr enfrentarnos a esto como a otras enfermedades en ocasiones anteriores», comentó Taimí.

Cuidarse individualmente y con ello proteger a sus compañeros es la preocupación para Maikel, quien es parte del grupo que trabaja para buscar en los próximos meses la clasificación olímpica y no detendrán los entrenamientos, pero sin descuidar el cuidado.

SIN DESCANSO TAMBIÉN EN LA GIRALDO CÓRDOVA CARDÍN

La Escuela de Formación de Atletas Giraldo Córdova Cardín tiene la mayor “población” deportiva al este de La Habana, casi 600 alumnos pertenecen a este centro en el que no hay descuido ante la magnitud de la COVID-19.

Sus áreas, cuartos de atletas, comedores y aulas duplican el cuidado con la limpieza, las audiencias sanitarias se realizan por áreas con grupos reducidos de personas y no faltan el jabón y el agua clorada.

«Aquí no hay descuido, el seguimiento es constante y no solo la exigencia de la higiene, también el seguimiento a la salud de todos», comenta la subdirectora general Daysi Dorticós, quien junto a su equipo de trabajo aprovecha cada minuto para educar desde el ejemplo.

Educación que pasa también por el llamado a evitar el saludo con besos o abrazos, o cualquier otra demostración de afecto, algo muy enraizado en la costumbre del cubano y mucho más en una población joven como la de las escuelas de deportes.

La pandemia, originada en China, ya está presente en más de 170 países, ha cobrado aproximadamente 10 000 vidas y son casi 260 000 los casos confirmados de contagios, en medio de tan alarmantes cifras el deporte cubano mantiene vigilancia y sobre todo estricto cumplimiento de las medidas indicadas.