La Habana.- DESPUÉS de protagonizar en los Juegos Panamericanos de Lima una actuación memorable, especialmente gracias a sus espadachines, la esgrima cubana transita por un difícil trance que espera transformar en 2020.

Derrotar a la Venezuela de los hermanos Limardo (Rubén, Jesús y Francisco) en una semifinal trepidante llevó a los cubanos casi a la gloria en la capital peruana, pues superar por el oro a los argentinos resultó un tanto más fácil.

El líder de los antillanos, Yunior Reytor, subtitular de la Copa del Mundo Peter Bakonyi en Vancouver 2017, ganó además el bronce individual, a lo que se sumaron la plata de las espadistas y el bronce del sablista Harold de la Caridad Martínez.

Esas cuatro medallas superaron lo hecho en Toronto 2015, cuando solo los espadachines llegaron al podio (bronce).

Sin embargo, lo que siguió después de ese agosto feliz no podía vaticinarse por nadie.

En busca del boleto olímpico, el equipo masculino de espada no pudo competir en la Copa del Mundo de Berna, celebrada en noviembre, por el abandono de la delegación de uno de sus integrantes.

La estrategia era clasificar el equipo, lo que daría igualmente los cupos para la lid individual. Pero perdieron sin cruzar aceros.

Antes habían incursionado en la Copa del Mundo de París, y en la eliminatoria organizada por Cali, Colombia, ambos eventos en mayo.

Empero, como la esgrima se gana touché a touché, los espadachines reorganizaron sus sueños y ya tienen opciones en su afán de llegar a Tokio 2020.

Por ello bien pronto Reytor, acompañado por su entrenador Jaine Hernández, estará en Heidenheim, Alemania, en una Copa del Mundo los días 9 y 10 de enero, y poco después en el Grand Prix de Doha, Catar, del 24 al 26.

El colofón del primer semestre tendrá lugar en Panamá los días 18 y 19 de abril, durante el campeonato clasificatorio para América.

A la nación istmeña han de concurrir por Cuba el multilaureado Reytor, si no ha hecho antes la cruz. Hoy se ubica en el puesto 43 del ranking. También viajará la espadachina Yamilka Rodríguez (127), también con opciones de asistir a la gran fiesta deportiva del planeta.

En Tokio, el número de clasificados por prueba individual será de 34 tiradores. De esos, 24 habrán obtenido plazas para participar en la lid por equipos. De tal forma, solo 10 plazas están disponibles para las naciones que no logren el billete por conjuntos.

En 2020 destaca la celebración en la Ciudad Deportiva capitalina, del 10 al 12 próximos, de la Copa del Mundo de Espada (f), con choques individuales en las dos primeras fechas y por equipo en la tercera y última.

Será esa una oportunidad ideal para que las tiradoras anfitrionas confronten con lo que más vale y brilla en el planeta.

En la campaña también se realizará otra prueba de gran trascendencia para el país: el campeonato nacional en que Santiago de Cuba volverá por sus fueros, con el afán de mantener su hegemonía en pugna con los capitalinos.