Doha, Catar.- CUANDO este martes el cubano Luis Enrique Zayas debute en el Campeonato Mundial de Atletismo, con la clasificación del salto de altura entre hombres, volverá a tener otro respaldo de lujo: el plusmarquista del orbe Javier Sotomayor.

El “Soto” no es el entrenador del joven santiaguero, pero la vida los ha llevado a los mismos lugares en las últimas competencias, y al igual que hace poco  más de un mes atrás se repetirá la imagen de saberles juntos en busca de un objetivo.

«Ya hice aquí algo de técnica con indicaciones de él, sobre todo de la carrera de impulso que es mi mayor defecto y si no corro bien… no hay salto», dijo el campeón panamericano de Lima 2019, involucrado ahora en su primer certamen universal entre grandes.

Alumno de Juan Francisco Centelles, otro con historia como atleta, Zayas marcó en la cita continental una de las sorpresas con triunfo poco esperado de 2,30 metros, un registro sobre el que sueña estabilizarse como primera de sus metas.

«El objetivo para empezar es ser un hombre de 2,30 metros. Solo lo he saltado una sola vez y eso no quiere decir que ya lo sea… tengo que saltarlos más veces para considerar que es una marca que domino», aceptó en rápido diálogo transcurrido en las gradas del Khalifa Stadimun.

Títular universal sub-20 en el 2016, el muchacho se enfrenta ahora a un escenario que impresiona, rodeado de estrellas y con una maratónica prueba de 31 competidores, de los cuales solo 12 avanzarán a la final.

O quizás más, todo dependerá de cómo se presenten mañana en la preliminar que exige mínimo de 2,31 metros para asegurarse directo a la final.

Por cierto esa es una altura nunca superada por Zayas y otros varios de los anunciados, por lo que es muy probable que se avance incluso con una marca inferior.

Uno de los que no ha sobrepasado ese registro en la actual campaña es el propio monarca defensor Mutaz Essa Barshim, pues el ídolo local apenas exhibe 2,27 metros, muy lejos de los 2,43 que son su máximo de por vida.

La lista del año la lidera el bielorruso Maksim Nedasekau con 2,35 al aire libre, mientras que el japonés Naoto Tobe la muestra en sala techada.

«Vine a dar lo mejor y buscar mi mejor marca. La clasificación es importante, es lo primero y luego buscar una buena final», confiesa Zayas, quien sabe que tendrá un “punto” a su favor con el apoyo que significa Sotomayor desde las gradas.

«Eso me da energías positivas y es muy bueno», agrega el muchacho que sueña con ser olímpico el año próximo y sobre todo repite que el primer objetivo es «ser un hombre de 2,30 metros. Solo lo he saltado una sola vez y eso no quiere decir que ya lo sea, tengo que saltarlos más veces.

»Quiero ir a Tokio 2020, quiero ir a ligas del diamante y a más campeonatos mundiales…», ratifica al despedirse.