La Habana.- LA PERTIGUISTA Yarisley Silva y la discóbola Denia Caballero se encargaron de regresar a Cuba a la lista de países con medalla de oro en el Campeonato Mundial de Atletismo, que entre el 22 y el 30 de agosto del 2015 se vivió con esplendor en el famoso Nido de Pájaros de Beijing.

La primera de ellas regaló una de las finales más emotivas de la cita para cambiar su bronce de dos años antes por una corona, estuvo al punto de la eliminación en los 4,70 metros y luego fue la única capaz de superar los 4,90 por delante de una de sus eternas rivales, la brasileña Fabiana Murer.

Igualmente emocionante se recuerda el ambiente en la final del disco, pese a que Denia supo tomar el mando con un primer disparo de 69,28 metros que “enfrió” al resto de las involucradas, en especial a la favorita croata Sandra Perkovic, desplazada al segundo lugar con 67,39.

Yaimé Pérez también estuvo en esa final, pero sus 65,46 metros solo le alcanzaron para un cuarto lugar y despedirse insatisfecha del siempre repleto estadio chino.

En aquel momento Pedro Pablo Pichardo aún competía por Cuba y se convirtió en subtitular del triple con registro de 17,68 metros que no pudieron con los 18,04 celebrados por el francés Teddy Tamgho.

Esas fueron las únicas preseas para los de la Isla, que “coló” en la final del relevo 4x400 masculino a su cuarteta con 3:03.05 minutos, a la ochocentista Rose Mary Almanza en semifinales por segunda ocasión consecutiva y a Yorgelis Rodríguez finalizada vigesimoprimera en el heptatlón con que debutó en estas citas.

Los organizadores chinos acogieron a 1761 atletas de 205 países, cifra esta última inscrita como récord, renovaron su estadio en cuanto a pista y otras facilidades como las ocho pantallas LED gigantes que trasmitían para los instalados en las gradas.

El público en la sede repletó siempre las jornadas, incluso las clasificaciones en las mañanas y convirtió los alrededores del Nido de Pájaros en una fiesta constante. Se celebró el reto de crecer en cuanto a la promoción online del certamen, tanto desde los móviles personales como desde las visitas al sitio web oficial.

Por primera vez desde Tokio 1991 los Estados Unidos no fueron los máximos ganadores de oro, y aunque por puntos (211) sí superaron a Kenia (174) y Jamaica (132), su dominio se resintió.

Los africanos se llevaron a casa siete títulos, seis segundos lugares y tres bronces, mientras Jamaica se apoyaba nuevamente en su velocidad para el balance de 7-2-3.

Se detectaron 10 casos de dopaje, muchos menos que en las anteriores versiones, algo que confirma lo efectivo del control y la educación en ese sentido, el estadounidense Ashton Eaton marcó 9045 puntos y los convirtió en récord del orbe para el decatlón, y Etiopía arrasó en los 5 mil metros de mujeres copando el podio.

El jamaicano Usain Bolt y el estadounidense Justin Gatlin quedaron como 1-2 en las dos pruebas más rápidas: el hectómetro y los 200 metros, y desarrollaron una “lucha” de poderes en cada una de sus presentaciones, sobre todo porque el segundo de ellos llevaba un año imbatible.

Para Bolt esos fueron sus últimos reinados, aunque en ese entonces no sabía que dos años después en Londres se despediría sin la corona luego de la hegemonía enseñada desde Berlín 2009.