La Habana.- LUEGO de “pasear” por varias ciudades europeas la séptima edición de los campeonatos mundiales de atletismo se citó en la ciudad española de Sevilla, donde el Estadio Olímpico de La Cartuja marcó un hito por ser el primero en acoger participantes de 200 países.

Aunque la cantidad de atletas no llegó a marcar récord porque quedó en 1750 y había sido superior dos años antes en Atenas (1785), sí hubo otras novedades en la versión ibérica, entre ellas el debut de las mujeres en especialidades como el salto con pértiga y el lanzamiento del martillo.

En esa última tuvo participación cubana con una entonces joven Yipsi Moreno, quien cerró decimoctava con apenas 58,68 metros, bien distantes de los 75,20 que le dieron el oro a la rumana Mihaela Melinte.

Esta era la recordista del orbe en aquel entonces con 75,97 metros y por eso no extrañó que dominara el evento, sin embargo el hecho más curioso salido de aquel certamen es el de la polaca Kamila Skolimowska que compitió con apenas 16 y finalizó en el puesto 21 con 50,38 sin sospechar que una temporada después sería campeona olímpica en Sídney 2000.

En la pértiga venció con plusmarca universal de 4,60 metros la estadounidense Stacy Dragila, quien necesitó 13 saltos para llegar hasta la altura ganadora.

El otro récord del orbe presenciado en suelo ibérico fue del estadounidense Michael Johnson con 43.18 segundos en el que se convirtió en su cuarto oro consecutivo en los 400 metros planos.

Sin embargo su recuerdo de esa cita no será nunca completamente feliz, porque por segunda ocasión se le retiró a la posta 4x400 de Estados Unidos la medalla de oro, luego de conocerse 10 años después el dopaje de Antonio Pettigrew.

Cuba bajó de cuatro títulos en Atenas 1997 a dos esta vez: el de Iván Pedroso en longitud y Daimí Pernía en los 400 con vallas.

Él disfrutó de su tercera corona en estas lides y lo hizo con 8,56 metros en una competición en la que por primera vez cuatro hombres sobrepasaron los 8,30 metros.

Según las estadísticas de la IAAF ese se convirtió en hecho inédito luego de que el español Yago Lamela quedara segundo con 8,40 metros, el esloveno Gregor Cankar tercero con 8,36 y el australiano Jay Taurima cuarto en poder de 8,35.

En los 400 con vallas se mencionaba como favorita a la campeona defensora, la marroquí Nezha Bidouane, pero una Pernía de apenas 22 años llegó a interponerse en su camino tras una temporada fantástica.

La caribeña vivió un 1999 impresionante en el que rebajó sus marcas de 55.51 segundos a 53.44 y llegó a Sevilla para firmar récord nacional de 52.89 segundos, además de ser entonces el sexto mejor tiempo de la historia.

Los otros dos metales disfrutados por los cubanos fueron las platas de Anier García en los 110 metros con vallas y Yamilé Aldama en el triple. Otros que aportaron puntos como finalistas: Orisleydis Menéndez y Sonia Bicet, cuarta y sexta en la jabalina, por ese orden, Norberto Téllez cuarto en los 800 metros y lo mismo el relevo 4x400 masculino.

Séptima concluyó la posta larga femenina, que tenía en el segundo tramo a Zulia Calatayud y como cerradora a Idalmis Bonne, décimo con un rendimiento discreto se despidió Yoelbi Quesada en la que fue la defensa de su cetro de dos años antes y del puesto siete de la jabalina se adueñó Emeterio González.

Estados Unidos volvió a “subir” en sus cifras doradas, esta vez con 10, además de tres platas y cuatro bronces. Rusia con 5-4-3 y Alemania con 4-4-4 le siguieron en el ordenamiento.

Los 400 metros de mujeres, ganados por la australiana Cathy Freeman, aparecen como la única carrera de velocidad escapada de manos norteñas en uno y otro sexo.