Nur Sultan, Kazajistán.- LA ELECCIÓN de la urbe rusa de Krasnoyarsk como sede del Campeonato Mundial de Luchas de 2022 extenderá a cinco la seguidilla de estas lides en la región euroasiática.
La decisión, tomada el sábado por la élite de la Unión Mundial de Luchas (UWW, por sus siglas en inglés), significa que un país de América, África o netamente asiático no tendrán chance de ser anfitrión al menos hasta la edición preolímpica de 2023.
Luego de que Las Vegas, en Estados Unidos, asumió la cita en 2015, las siguientes tuvieron asiento en París 2017, Budapest 2018 y Nur Sultan (antigua Astana) ahora mismo.
En 2021, según aprobó antes la UWW, el certamen viajará a Oslo, Noruega, y en 2022 a la también fría Krasnoyarsk, que nunca ha recibido un Mundial de los tres estilos olímpicos a la vez, solo el de libre en 1997.
Por cierto, esta urbe es famosa en el ámbito deportivo por acoger cada año el fuerte Torneo Internacional de Lucha Libre Ivan Yariguin, en honor al doble rey olímpico de los 100 kg en Múnich 1972 y Montreal 1976.
Fue precisamente Yariguin quien lideró la organización allí del Mundial de hace 22 años, poco tiempo antes de fallecer en un accidente automovilístico.
Volviendo al tema, el acento euroasiático en la organización de campeonatos del orbe también se ha remarcado más hoy con la asignación del próximo juvenil a la urbe rusa de Ufa, en tanto la capital de Serbia, Belgrado, acogerá el de menores de 23 años. Ambos sucederán en 2021.
Como es lógico, este proceso transita por disponer de recursos financieros, logísticos y de infraestructura que respalden un megaevento con cientos de atletas de casi un centenar de países casi siempre.
Pero tampoco hay dudas de que el Viejo Continente y la región más al este resultan atractivas para la familia de este deporte, por la tradición existente acá y porque cualquier sede deviene epicentro de las principales potencias, excepto Estados Unidos y Cuba.
Para nuestra armada, sin embargo, significa un tremendo reto la participación, por los elevados costes que implica la lejanía.
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