Nur Sultan, Kazajistán.- TRABAJAR con confianza, sin otra presión que la búsqueda de los boletos olímpicos para Tokio 2020, deviene la máxima de los cuatro grequistas cubanos presentes en el Campeonato Mundial de Luchas que comenzó el sábado en esta ciudad euroasiática.

En la muy poblada sala de calentamiento del evento, contigua al escenario estelar de la Barys Arena, JIT dialogó al filo del mediodía con Raúl Trujillo, entrenador jefe del estilo más premiado de la Isla en este deporte.

«El equipo se encuentra bien y listo para competir, solo nos resta apreciar cómo reaccionarán los muchachos al drástico cambio de horario experimentado, y al cansancio tras un largo viaje desde La Habana», comentó el profesor, en alusión sobre todo a los competidores de este domingo, a decir Ismael Borrero (67 kg), Daniel Grégorich (87 kg) y Gabriel Rosillo (97 kg).

«El control del peso se ha logrado y los chicos durmieron mejor la segunda noche. Hemos entrenado acá en las tardes para ayudar al descanso nocturno», indicó tras recordar que en esta cita las fases preliminares se disputan en una fecha y las etapas finales en las siguientes, razón por la cual se produce un doble pesaje.

«Hay un ambiente tremendo acá, muchos equipos han cumplido bases de entrenamiento cerca o aquí mismo en Kazajistán. Se han aclimatado bien y vienen por los boletos olímpicos con todo», estimó después el estratega.

«Nosotros sostenemos el objetivo principal de buscar los boletos a Tokio. Es verdad que ganar medallas ya ofrece la clasificación, pero no hemos presionado con eso. Trabajar con confianza es lo más importante, después de unos pocos días de preparación tras los Juegos Panamericanos de Lima», amplió el profesor matancero.

«No quiero que el factor sicológico falle», agregó consciente de que sus muchachos se juegan muchísimo entre domingo y lunes.

En cuanto a Mijaín López (130 kg), presente en los colchones con su habitual jovialidad, Trujillo explicó que «ha estado entrenando, sigue con su rutina y observando a los rivales. Así será hasta que inicie el nuevo macrociclo de la preparación, en que viajará a la Bundesliga Alemana con el propósito de avanzar en su puesta en forma rumbo a los juegos olímpicos».

Nuestros gladiadores del estilo clásico lograron una sola medalla, y de bronce, en las ediciones precedentes de esta justa, disputadas en París 2017 y Budapest 2018. En ambas ocasiones gracias a Oscar Pino (130 kg).

Esta vez, la presencia del capitalino; de Borrero, monarca olímpico de los 59 kg en Río de Janeiro 2016; y de Rosillo, sensación de la temporada por su oro mundial juvenil y el dominio absoluto a nivel panamericano; hacen pensar en un botín superior.

Ya veremos…