Lima.- LLEGAR a su tercera corona consecutiva no será ya un sueño para la triplista colombiana Caterine Ibargüen, a quien la pesadilla de una lesión le sacó de estos XVIII Juegos Panamericanos.
Fascitis plantal en el pie izquierdo fue el diagnóstico divulgado por su entrenador Ubaldo Duany y confirmado por varios colegas colombianos desde el centro de prensa, donde trasmitieron hoy sus criterios luego de la mala noticia.
«Es una medalla segura que perdimos. No sabemos otros detalles, por eso nos vamos ahora hasta Casa Colombia para enterarnos de más», comentaron sin poder aportar otro criterio.
La campeona olímpica de Río 2016 iba a sostener uno de los duelos más esperados aquí con la venezolana reina mundial Yulimar Rojas, quien ahora tiene las puertas quizás más abiertas, aunque ello también se aplica para la cubana Liadagmis Povea.
La Povea es tercera del actual ranking mundial con 14,77 metros que constituyen su marca personal, y aunque Yulimar exhibe mejores y más estables registros, la competencia puede variar cualquier historia.
Por cierto, de regreso a Caterine, su preparador sorprendió ahora con declaraciones en las que aseguró que desde hace dos semanas habían decidido no asumir el triple en esta cita.
«Es la primera vez que escuchamos eso… y mucho menos entendemos luego de que ayer se presentara en la longitud», dijeron reporteros de la radio cafetera.
Anoche la estrella colombiana terminó quinta en la longitud con 6,54 metros, pero ese no es su evento principal y quizás por eso llamó menos la atención.
Chantel Malone ganó la prueba con 6,68 metros y de paso le dio el primer título de la historia a su país, Islas Vírgenes Británicas.
Ahora una incógnita adicional apunta a si la lesión de la sudamericana pone en peligro su participación en el Campeonato Mundial de finales de septiembre en Doha, Catar.
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