La Habana.- ENCABEZADO por la subcampeona del keirin de los XVIII Juegos Panamericanos de Lima 2019, Lisandra Guerra, arribó el cuarto grupo de deportistas cubanos a la terminal tres del Aeropuerto Internacional José Martí, donde fue recibido con flores y el apego del pueblo personificado en dirigentes del Inder y otros organismos.

Santiago Badía González, secretario general del Sindicato de Trabajadores de la Salud, al dar la bienvenida a atletas y personal técnico, les recordó cómo hicieron vivir momentos de alegría, confianza y fe en la victoria, y con ese «empuje caribeño que nos caracteriza por tratar de hacer lo imposible por la victoria».

Acentuó el papel altruista de la mujer en el deporte y las calificó de Marianas, Celia y Vilma de estos tiempos, y reconoció el desempeño de Lisandra, quien al poco tiempo de convertirse en madre derrochó coraje, valor y consagración en el velódromo para obtener esa medalla de importante aporte a la delegación.

«A los que a pesar del esfuerzo no alcanzaron los resultados deseados, les ratificamos el cariño y la confianza del pueblo. Otros eventos y compromisos nos esperan».

La propia esprinter matancera, quien llegó al salón junto a su entrenador Francisco Leguen escoltando ambos la enseña nacional, habló en nombre de sus compañeros destacando que «la delegación cubana que aún interviene en los juegos enarbola la bandera de la Patria con la responsabilidad que implica representar a un pueblo como el nuestro».

«Ese es el principio que distingue a quienes nos sabemos herederos de la obra liderada por el Comandante en Jefe Fidel Castro, cuyo legado se erige como aliento insustituible en medio de las crecientes exigencias que distinguen el escenario continental», manifestó.

Emocionada como cuando hizo vibrar a toda una isla, señaló que «aun cuando no siempre el esfuerzo realizado dejó la medalla deseada, sepan que entrega, dedicación y voluntad de triunfo son expresión permanente del compromiso contraído, fieles al cual regresamos hoy a la patria para abrazar a nuestros seres queridos y agradecer el apoyo de que hemos sido centro».

La propia ciclista, agasajada especialmente con un bello ramo de flores, recibió el diploma de Colectivo de la Dignidad, así como el tenista Osmel Rivera en el acto que también presidieron Agustín Abril García, director de organización deportiva del Inder, y Nersys Santana Jáuriga y Deysi Dorticós González, directoras en funciones de los centros de alto rendimiento Cerro Pelado y Giraldo Córdova Cardín, respectivamente.