Lima.- LEONARDO Cárdenas “jugó” las cuatro medallas de bronce que el softbol cubano acumula en juegos panamericanos, aquellas logradas entre Indianápolis 1987 y Winnipeg 1999.

Eso le llena de orgullo, pero la alegría no es completa porque al volver a esos podios, haciendo memoria, encuentra siempre dos escalones arriba llenos de canadienses y estadounidenses.

Ahora, en funciones de director del equipo cubano, llegó a a la cita de Lima con la convicción de que era posible una buena medalla, y aunque no lo dijo de antemano eso significaba, al menos, llegar a la final.

Sin embargo, el propósito se malogró este miércoles en el estadio del complejo Villa María del Triunfo, pues a sus muchachos, décimos hace solo unas semanas en el Mundial de República Checa, se les escapó el primer partido semifinal del sistema Page frente a México.

Entonces, ya no a la final, ni siquiera pudo volverse al podio continental después de 20 años de espera.

Visiblemente “golpeado”, aunque sereno y locuaz, este hombre de la bola blanda habló con los periodistas…

«Nosotros llegamos al partido conscientes de que teníamos que hacer muchas carreras, pues ese equipo de México se había mostrado muy ofensivo», aseguró tras el saludo sincero a cada uno de sus interlocutores.

«Alain Román nos lanzó otra vez un gran partido, pero no salió el resultado debido a la mala defensa. Primero un poco de apuro al fildear un roletazo para doble play, incluso con un corredor bastante lento en bases. Después nos hacen tres carreras sin sacar la pelota del infield.

»Parece increíble, pues la defensiva ha sido el fuerte nuestro durante mucho tiempo. Tuvimos opciones de ganar el choque, pero se nos fue de las manos», explicó haciendo un recuento crítico de siete entradas que se marcharon "volando".

«Nuestra mentalidad fue siempre la de ganar, pero no salió. Nos queda el análisis de las deficiencias y prepararnos para otras metas que puedan venir», agregó antes de “abrir el juego” definitivamente.

La aspiración era el juego diario y sumar una medalla, incluso veía al equipo en condiciones de superar esos cuatro bronces del pasado», indicó con total claridad.

Volviendo a las cualidades de sus muchachos, el veterano profesor comentó que «no nos puede ganar la ansiedad, ellos tienen el nivel y no deberían perder por eso. Este equipo está en codiciones de lograr mejores resultados. No nos salen todavía, pero podemos».

Se despidió y tomó el túnel del estadio. Atrás el diamante que no brillará para Cuba. Delante… la Patria y la continuidad del trabajo.