La Habana.- EL JUDO, arte marcial creado en Japón, volverá a vivir momentos de gloria en los XVIII Juegos Panamericanos de Lima. En esa citas acumula un sinnúmero de particularidades “tejidas” por atletas y países.

Cuba lidera el medallero general con 63 doradas, pero en la últimas dos versiones se ha visto superada por Brasil, país ganador en Guadalajara 2011 (6-3-4) y Toronto 2015 (5-2-6), en esta última frente al logro isleño de 3-3-8.

Muchos hechos distintivos han surgido desde la primera incursión en estas lides, ocurrida en Sao Paulo 1963, y seguramente el próximo mes de julio dará otros en la capital peruana.

Quizás la mayor interrogante sea si Cuba logrará romper la maldición en la división de 90 kg para hombres, peso en que nunca ha podido obtener un título, pese a figurar desde el principio en estas lides.

La esperanza estará en Iván Silva, número tres del ranking mundial y subcampeón a ese nivel en Bakú 2018. Ahora estará en una categoría superior tras su plata en 81 kg hace cuatro años.

Por cierto, en el Centro Deportivo de Mississauga, en la urbe canadiense, el brasileño Thiago Camilo derrotó por segunda ocasión en finales de los 90 kg al cubano Asley González y así se unió al selecto club de los tricampeones, pues en Río de Janeiro 2007 se había impuesto al también caribeño Jorge Benavides.

Camilo es el único hombre con una triada dorada, mientras entre las mujeres la mítica cubana Driulis González tiene cuatro y le siguen sus compatriotas Amarilis Savón, Legna Verdecia y Dayma Beltrán. En el caso de González, Savón y Verdecia en dos divisiones.

A ese privilegiado grupo solo tiene posibilidades de unirse ahora la igualmente extraclase Idalys Ortiz, en más de 78 kg, quien ya reinó en Guadalajara y Toronto.

Si la artemiseña logra subir a los más alto del podio pondría, además,  a su clase como la más ganadoras entre las féminas, pues acumula seis en este momento, como mismo los 48, 52 y 57 kg. Las cubanas han vencido cinco veces en 63 y 70 y solo tres en 78.

Por los hombres los pesos pesados igualmente han aportado seis oros en más de 100 kg, y le siguen 60, 66, 73 y 100 con tres. Pocas oportunidades han tenido los de 81 kg con solo uno.

Peculiar fue el doblete de la cubana Estela Rodríguez en La Habana 1991, una de las ediciones marcadas por competiciones en las categorías de pesos abiertos. La fornida morena venció en la entonces división de más de 72 kg y en la Open, las dos veces a la puertorriqueña Nilmaris Santini.

Por particularidades de este deporte, la colombiana Yuri Alvear, tricampeona mundial de los 70 kg, no ha podido coronarse en citas multideportivas de América. Ahora estará en su cuarta participación, tras gozar de una plata y dos bronces anteriores.

Con igual número de presentaciones, aunque con mejores lauros, estarán la argentina Paula Pareto, quien tiene una medalla de cada metal en los 48 kg, y la brasileña Mayra Aguiar poseedora de dos platas y un bronce, el primer subtítulo en los 70 kg en el 2007.

Muchas más historias y anécdotas atesora el judo en Juegos Panamericanos. En Lima deben sumarse más con las actuaciones de los atletas citados y otros, en un escenario donde vuelven a esperarse fuertes pugnas entre competidores de Brasil, Cuba y Canadá, fundamentalmente, como candidatos a ganar por países.