La Habana.- OSCAR Pino acaba de concretar un hazaña deportiva: ganar los títulos nacionales de lucha grecorromana y libre en las divisiones superiores, los 130 y 125 kg, respectivamente.

Si el calificativo les pareciera sobrado, o exorbitante, los entiendo, pero sepamos que no ha sucedido mucho (quizás nunca) en la historia de este deporte en la Isla.

Mario Olivera, otrora monarca mundial en el estilo clásico, estimó a JIT que el empeño de “doblar” solo lo asumieron antes Bárbaro Morgan y Cándido Mesa, y siempre allende los mares, para reportar la mayor cantidad de triunfos a la Patria.

«En Cuba, en los certámenes nacionales, no recuerdo algo como esto», nos aseguró el ahora entrenador del equipo nacional.

Lo cierto es que Pino se alzó primero con la corona grecorromana, ratificando el liderazgo mantenido a la vera del tres veces campeón olímpico y cinco del orbe Mijaín López.

Ahora, este jueves, se ha apoderado del trono en el estilo libre, para confirmar su esfuerzo por dotarnos de una figura de alcurnia en los 125 kg, mirando a los Juegos Panamericanos de Lima y a los Olímpicos de Tokio 2020.

Todos coincidiremos en que dejar a Pino en casa, ante el inexorable hecho de coincidir en época con el Gigante de Herradura, solo sería opción si tuviéramos a un competidor de su misma estirpe en el más espectacular de los estilos.

Pero como no existe, y ahora menos que Yudennis Alpajón ha causado baja por enfermedad, el tránsito de Pino a los colchones de la libre se “cae por su propio peso”.

De esa manera, él está más cerca de enseñarse en los Juegos Panamericanos y Olímpicos, una lógica aspiración personal, y Cuba también gana nuevas oportunidades de medallas a esos niveles, sin poder imaginarlas de oro, por supuesto.

Este año el capitalino ya intervino en la Copa del Mundo de Yakust y el Campeonato Panamericano de Buenos Aires, con loables resultados entre libristas.

Hoy, en una lid de muchísimo menos nivel, se ha convertido en campeón cubano, tras obtener cinco éxitos por la vía de la superioridad técnica.

La última de esas a costa de un veterano de muchas mañas, el santiaguero Javier Cortina, participante en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016.

Fue esa una de las notas más llamativas del cierre del certamen en el Palacio de los Deportes Rafael Fortún, de la capital camagüeyana, en que los otros monarcas emergieron de las categorías no olímpicas.

Santiago de Cuba dominó el medallero entre provincias, con terna metálica de 3-3-1. La Habana y Guantánamo le siguieron por ese orden.       

MEDALLISTAS LUCHA LIBRE (jornada jueves)

61 kg. O: Aleyner Hernández (CMG). P: Yoandry Vizcay (SCU). B: Carlos Méndez (HAB) y Dairon Montalbán (MAY).

70 kg. O: Franklyn Marén (SCU). P: David Parra (GTM). B: Orislandy Perdomo (MAY) y Frangel Beltrán (VCL).

79 kg. O: Jorge Despaigne (SCU). P: Sandy Chávez (IJV). B: Lázaro Crespo (SSP) y Usiel Breff (HOL).

92 kg. O: Lázaro Cooper (CAV). P: Braulio Castillo (SCU). B: Yoanlexi González (VCL).

125 kg. O: Oscar Pino (HAB). P: Javier Cortina (SCU). B: Vladimir Calvo (HAB) y Dbraen Torres (CMG).

MEDALLERO FINAL LUCHA LIBRE

SCU 3-3-1, HAB 2-0-3, GTM 1-1-1, CMG 1-1-1, IJV 1-1-0, CAV 1-0-1, SSP 1-0-1, MAY 0-2-3, PRI 0-1-1, RDO 0-1-0, MTZ 0-0-2, HOL 0-0-2, VCl 0-0-2 y CFG 0-0-1.